La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Anna Terrón, considera "razonable" que se declare adulto a todo aquel supuesto menor extranjero no acompañado que se niegue a que le practiquen una prueba de determinación de la edad, como ha dictado hacer la Fiscalía de Cataluña.

Terrón cree que existe "un problema serio de menores que no lo son en centros de menores, lo que vulnera los derechos de quienes sí lo son y necesitan una asistencia determinada".

"No parece muy normal que ante la ausencia de pruebas documentales alguien se niegue a practicarse una prueba que no tiene la mayor dificultad ni exige ningún esfuerzo", señaló la secretaria de Estado. Asimismo, recordó que España ha "solicitado a la Unión Europea un sistema unificado de identificación de la edad, con pruebas avaladas desde el punto de vista técnico y científico". "A la espera de que establezcamos un sistema común, nos parece razonable no presuponer la minoría de edad de quienes se niegan a practicarse pruebas de este tipo", añadió.

Con todo, en su opinión "hay que ver caso por caso y los fiscales, que son quienes tienen la labor, suelen hacerlo y además con especial celo" ya que, en general "la tutela judicial de los menores en este país se ejerce con especial celo". Por eso, no cree que por esta orden de la Fiscalía catalana "se vaya a poder declarar mayor de edad y no tutelable a un numero grande de personas, ni que se vayan a cometer errores de bulto".

Aunque la llegada de menores extranjeros no acompañados a España se ha reducido a "ninguna o casi ninguna", aún quedan en el territorio nacional "unos 2.000" menores de edad bajo tutela de las administraciones públicas, la mayoría de los cuales, según Terrón, llevan en el país entre dos y tres años y para cuyo sostén, el Gobierno transfiere fondos a las comunidades autónomas.

Según señaló Terrón, en la actualidad se trabaja en la "reinserción" de estos menores con sus familias de origen y el retorno "cuando es necesario, asistido, a su entorno familiar". En este sentido, destacó que lo "hay que trabajar por mejorar la identificación de los padres de estos chicos, porque, que vengan del tercer mundo no significa que no tengan padres", reiteró la secretaria de Estado.