La activación de la epidemia de meningitis que cada año tiene lugar en países africanos situados en el Sahel, como Níger, Mali, Burkina Faso y Senegal parece estar muy relacionada con el aumento o disminución del transporte de polvo desde el desierto del Sahara hacia el Sahel.

Así lo ha informado en una entrevista el director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, en Tenerife, Emilio Cuevas, quien ha señalado que esa relación se ha comprobado con el proyecto europeo MACC (Monitoring Atmospheric Composition and Climate)), coordinado por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF).

En este proyecto han colaborado, además, el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercumptación (BSC-CNS), NASA, y la Universidad de Columbia en Nueva York, con el objetivo de realizar un estudio retrospectivo de veinte años para demostrar la relación que el polvo del desierto tiene en las epidemias de meningitis en Níger, explicó Emilio Cuevas.

Los resultados obtenidos en Níger son extrapolables a países cercanos y afectan a casi 200 millones de personas en el cinturón del Sahel, de las que miles de ellas sufren cada año episodios de meningitis, que afecta sobre todo a niños, explicó Emilio Cuevas, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

En los últimos veinte años casi 800.000 personas se han visto afectadas por esta enfermedad en el Sahel, parte de ellas con resultados fatales, como en 1996, cuando la epidemia de meningitis ocasionó 20.000 muertes.

Aunque el proceso de activación de la meningitis aún no se entiende del todo, según parece el polvo del desierto irrita las mucosas del sistema respiratorio, lo que favorece la entrada de la bacteria causante de la enfermedad (meningococo) en el flujo sanguíneo.

Lo novedoso de este proyecto es la comparación que se ha llevado a cabo de los datos de los últimos veinte años sobre epidemias de meningitis en Níger, proporcionado por el IRI (International Research Institute for Climate and Society), con los datos de polvo en suspensión con los simulados con el modelo de polvo atmosférico NMMb/BSC-Dust en ese país, ya que no hay disponibles observaciones "in-situ".

Este modelo ha sido desarrollado en el BSC-CNS y la conclusión es "clara", declaró Emilio Cuevas, quien recordó que cada año, a partir de diciembre, el Harmatan -viento del nordeste, seco y polvoriento típico del invierno- transporta polvo desde el Sahara hacia el Sahel favoreciendo la activación de las epidemias de meningitis.

El director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña comentó que el inicio de las epidemias de meningitis se ven favorecidas también por otros parámetros medioambientales como son las condiciones de humedad del suelo, la temperatura, la precipitación y la humedad relativa del aire.

Explicó Emilio Cuevas que la epidemia coincide con la época en la que se produce la quema de biomasa en la región, momento en el que hay más aerosoles en el aire.

Este estudio puede servir para ayudar a establecer modelos de predicción de meningitis en el Sahel, lo cual es de enorme interés para la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que se podría saber con cierta antelación si es preciso realizar antes o después las campañas de vacunación y si es necesario hacerlas más o menos amplias.

Hay que tener en cuenta que el coste de cada vacuna de meningitis supera los 100 dólares.

Los resultados obtenidos con este estudio han sido presentados en la conferencia del proyecto europeo MACC celebrada a finales de mayo en Utrecht (Holanda).