La pérdida de biodiversidad ha alcanzado un ritmo de desaparición entre 100 y 1.000 veces superior al que sería natural, según el informe "Biodiversidad en España. Base de la sostenibilidad ante el cambio global", que hoy presenta el Observatorio de la Sostenibilidad (OSE).

El trabajo del Observatorio ha sido elaborado con motivo del pasado Año Internacional de la Biodiversidad y analiza la actual situación, y las tendencias de futuro, de la diversidad biológica en España, el país europeo con mayor riqueza en este sentido y uno de los más vulnerables a los efectos del cambio global.

Los datos de España recogidos en el informe reflejan que, si la pérdida de diversidad biológica no se frena en el transcurso de este siglo, los escenarios de futuro prevén la disminución de algunos servicios imprescindibles para el bienestar humano.

En este sentido, el informe del OSE recuerda que la biodiversidad proporciona materias primas, empleo, calidad de vida y bienestar para los ciudadanos, mantiene la fertilidad del suelo y regula los ciclos del agua, el aire y el clima, entre otros.

Además cumple un importante papel frente al cambio climático, pues se estima que los ecosistemas forestales de España absorben el 14% de las emisiones de CO2, un valor relevante añadido de sus funciones ecológicas.

En algunas comunidades autónomas, el CO2 total fijado por los bosques entre 1990 y 2000 ronda el 50% del emitido, tal y como ocurre en La Rioja (54,9%) y Extremadura (44,9%), mientras que en otras no supera el 10%, caso de la Comunidad Valenciana (2,4%), Comunidad de Madrid (4,5%), Andalucía (5,9%), Castilla y León (6,5%) y País Vasco (6,7%).

Entre los datos que incorpora este trabajo figura el estudio "La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad" (TEEB en sus siglas en inglés, emprendido por el G8 y cinco países emergentes), que cifra las pérdidas en diversidad biológica en todo el mundo en unos 50.000 millones de euros anuales.

El TEEB recoge también que la aportación de los insectos como polinizadores implica más de 200.000 millones de dólares al año en la economía mundial de los alimentos, y que el conjunto de las pesquerías mundiales tiene un valor estimado de 82.000 millones de dólares, emplean a 200 millones de personas aproximadamente y aportan cerca del 16% de todas las proteínas consumidas.