La capital tinerfeña revivió la noche del pasado Jueves Santo su particular "madrugá": la procesión que desde el año 1959 protagoniza dicho día de Semana Santa en Santa Cruz la Virgen de la Esperanza Macarena. Nunca se había visto tanta gente ni tantos cofrades, admite el capaz de La Macarena desde hace 23 años, Paco Cortés. En total se pueden contar 300 cofrades, entre hermanos, costaleros y costaleras y mantillas. El propio Cortés asegura que la noche del Jueves Santo se reunieron hasta 24 mantilla. "Lloramos porque todo el mundo quería estar dentro de La Concepción cuando retornamos y no cabíamos; ni el cura -entre los que no se encontraban los de La Concepción- pudo pronunciar el responso", añade el capataz.

Desde las nueve de la noche ya había un intenso trajín en las calles empedradas del entorno de La Noria. Junto a la puerta principal, formada, la banda militar del regimiento de Infantería Ligera número 49 rompió a entonar "El Novio de la muerte", una ópera del italiano Giacomo Puccini (1858-1924) adaptada como marcha procesional. Aunque antes la cantaban los legionarios que se trasladaban de Fuerteventura, desde su marcha ha tomado el relevo la banda del Regimiento de Infantería Ligero, que incluye para esta ocasión este número. Además, este año destacó la selección musical durante la procesión.

Antes de arrancar la procesión, la hermandad invitó a José Manuel Bermúdez, vicepresidente del Cabildo, a marcar con el llamador el inicio de la procesión, como agradecimiento a la Corporación insular, porque fue la única administración que contribuyó a celebrar las bodas de oro de La Macarena.

Abrió el desfile religioso el paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo, portado por costaleras de Santa Cruz, las primeras que existen en Canarias desde el año 2000, cuando llegó el Cristo. Tras Jesús Cautivo, La Macarena. Desde las diez de la noche hasta la una y media de la madrugada recorrieron el casco de la ciudad, en una noche sevillana salpicada por malagueñas que interpretó, entre otras, la componente de Los Aceviños. Se abría así el tríduo pascual en Santa Cruz.