Cuatro años después de entrar ilegalmente en Ceuta y tras pasar 970 días durmiendo en el monte de la ciudad en señal de protesta, hoy ha terminado la historia de un grupo de veinte inmigrantes indios que había pedido su salida a la península.

El final se ha producido después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ceuta haya autorizado la salida hacia la península de este grupo, que ha sido trasladado en un autocar hacia el Centro de Internamiento de Extranjeros de Algeciras (Cádiz).

"Hasta luego, muchas gracias", han sido las palabras que momentos antes de subir al autocar han señalado estas personas que por fin han visto cumplido su sueño de salir de la ciudad y poder continuar con su sueño europeo.

Los 20 inmigrantes indios, según han informado a EFE fuentes policiales, permanecerán en el CIE de Algeciras hasta que se decida su destino final, que podría ser alguna organización no gubernamental.

Harneer Singh, uno de los hindúes que iniciaron esta acción, recuerda a EFE el 7 de abril de 2008 cuando un total de 67 compatriotas que vivían en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta optaron por abandonar el recinto por miedo a ser repatriados a su país de origen.

Los 67 inmigrantes comenzaban, de esta forma, una medida de protesta durmiendo en el monte que duró cerca de 1.000 días, hasta que optaron por volver al CETI.

En estos últimos meses, los 20 indios han protagonizado una serie de protestas pacíficas en la ciudad con concentraciones ante la Delegación del Gobierno y el encendido de velas ante las puertas de la Iglesia de África.

Chandresh Sing, otro de los que quedaban en Ceuta, había recordado unos días antes: "fuimos 67 al principio y luego hemos quedado 20 porque muchos se han ido a la península ocultos en camiones, coches o en embarcaciones. Así es la vida".

Hoy este grupo de veinte inmigrantes indios ya han podido alcanzar uno de sus primeros objetivos como era terminar en el limbo jurídico que, según ellos, tenían en Ceuta, donde no podían resolver su situación.

Los inmigrantes temían ser repatriados a su país de origen, por lo que habían pedido a las autoridades que se adoptara una medida de gracia con este grupo de personas que nunca habían protagonizado ningún incidente en la ciudad.

Esta mañana los veinte indios han podido cruzar el Estrecho en un barco de pasajeros con destino a Algeciras. Ahora esperan que el futuro les depare una mejor fortuna.