El culebrón en torno a la tesis doctoral del ministro alemán de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg, ha entrado en un nuevo capítulo en el que sus defensores ya no niegan el plagio sino que procuran quitarle importancia con el argumento de que hay problemas más graves.

La propia canciller, Angela Merkel, marcó el cambio de estrategia con su declaración de que ella no necesita a Guttenberg -la estrella de su equipo de gobierno- como asesor científico sino como ministro de Defensa.

Guttenberg, por su parte, ha tratado de dar carpetazo al asunto anunciando que renuncia a su título de doctor, lo que en rigor no es posible porque éste sólo le puede ser retirado por la Universidad de Bayreuth.

El ministro ha admitido que, tras revisar el trabajo, advirtió que había cometido "graves errores" y que eso fue lo que le llevó a tomar esa decisión, que comunicó a la Universidad de Bayreuth, institución que, sin embargo, sigue estando obligada a revisar la tesis y examinar las acusaciones de plagio.

Para muchos, el cambio de estrategia se corresponde con un momento de la discusión en el que el plagio se ha hecho evidente y en el que en muchas universidades alemanas se espera que se le retire el título a Guttenberg.

El anuncio del ministro de que renuncia a su título de doctor estuvo precedido por la publicación de un informe parcial de GuttenPlag, una plataforma digital dedicada a detectar plagios en la tesis de Guttenberg.

De momento, la plataforma ha encontrado plagios en 286 páginas, lo que equivale al 72,77 % de la totalidad del texto. El pasaje más largo en el que no se ha encontrado ningún plagio va de la página 39 a la 44 y entre la página 303 y la 359 sólo hay tres páginas en las que hasta ahora no se ha hallado nada sospechoso.

Entre las fuentes utilizadas, y no debidamente citadas, por Guttenberg hay, entre otros textos, un trabajo escrito por el politólogo Daniel Pentzlin cuando estaba en primer semestre y otros trabajos de estudiantes de pregrado, además de tesis de máster y otras tesis doctorales.

La plataforma GuttenPlag fue creada por un estudiante que está haciendo actualmente su tesis doctoral y que ha preferido hasta ahora permanecer en el anonimato, y que tomó la iniciativa porque considera, según dijo al diario "Süddeutsche Zeitung", que casos como el de Guttenberg quitan la dignidad al título de doctor.

En las universidades también hay cierta indignación, como lo demuestra una carta abierta del catedrático de Filología Germánica Robert Stockhammer al ministro de Ciencia de Baviera, Wolfgang Heubisch, en la que se queja de que algunos políticos parecen creer que Guttenberg sólo ha incurrido en un "delito de guante blanco".

"Lamentablemente, algunos políticos asumen la posición de que se trata de un delito de guante blanco como aparcar donde no esta permitido, de algo que es normal en el mundo académico y que ahora ha salido a la luz sólo como parte de una campaña sucia o un ataque motivado políticamente desde la extrema izquierda", dice la carta, a la que se han sumado otros profesores.

Mientras tanto, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su ala bávara la Unión Socialcristiana (CSU), a la que pertenece Guttenberg, insisten en que lo que importa no es el mérito académico de Guttenberg sino su trabajo político.

El más radical en ese sentido ha sido el primer ministro de Hesse, Volker Bouvier, que acusó a la prensa de estar dándole más importancia al debate sobre el plagio que a la muerte de tres soldados alemanes en Afganistán, y dijo que Alemania tiene problemas más importantes que unas notas a pie de página.

La oposición socialdemócrata y verde, en cambio, exige que Guttenberg dé explicaciones ante el Bundestag, sobre todo teniendo en cuenta que todo indica que entre las fuentes utilizadas por el ministro hay trabajos del servicio de investigación del Parlamento al parecer encargados por él mismo.

Esto último puede constituir un abuso de su condición de diputado.