Los perros pueden detectar el cáncer de intestino mediante el olfato con un gran nivel de precisión, aunque la enfermedad se encuentre en su fase inicial, según reveló un estudio publicado ayer en la versión "on-line" de la revista médica "British Medical Journal (BMJ)".

A juzgar por sus investigaciones, los autores del estudio indicaron que existen componentes químicos de cáncer específicos que circulan por el cuerpo humano y que un perro puede oler. Para llegar a estos hallazgos, se llevó a cabo un experimento con un perro labrador adiestrado, que realizó durante varios meses pruebas de olfato entre las que se incluyeron test de aliento y muestras de heces de los participantes. Las muestras pertenecían a 48 personas diagnosticadas con cáncer de intestino y a 258 voluntarios que no sufrían la enfermedad o que habían tenido cáncer en el pasado.

El perro identificó cuáles eran cancerosas y cuáles no en 33 de 36 test de aliento y en 37 de 38 de pruebas de heces, con las mayores tasas de detección entre las extraídas de las personas que tenían la enfermedad en su fase inicial.