Los insecticidas y herbicidas que se encuentran en los ríos, generados por la actividad humana, afectan a las comunidades de algas diatomeas, muy abundantes en el biofilm fluvial, una comunidad de microorganismos que vive en las superficies de los guijarros y en el sedimento de los ríos.

Así lo recoge la tesis doctoral de la ambientóloga Marta Ricart, un trabajo cuyos resultados muestran que la entrada de productos tóxicos en los sistemas fluviales puede ocasionar una cadena de efectos en el biofilm, así como aumentos de toxicidad debidos a la interacción de diferentes sustancies tóxicas.

En su tesis, leída en la Universitat de Girona y publicada en diversas revistas científicas, Marta Ricart ha examinado los efectos de diferentes tóxicos sobre los biofilms fluviales, que son una herramienta valiosa a la hora de estudiar las consecuencias de la existencia de contaminantes en los ecosistemas acuáticos.

Según el estudio de Ricart, la actividad humana representa una de las mayores causas de entrada de una gran variedad de sustancias en los ecosistemas fluviales y como consecuencia, un amplio abanico de contaminantes de origen industrial, urbano y agrícola tienen presencia en los ríos.

Los tóxicos orgánicos son uno de los problemas más importantes, ya que en la mayoría de casos, hay muy poca información sobre su presencia y toxicidad.

Los biofilms son comunidades de microorganismos que viven en las superficies de los guijarros y en el sedimento de los ríos y están formados, mayoritariamente, por bacterias y algas, de forma que son los primeros en interaccionar con las sustancias disueltas del agua, incluidos los tóxicos.

Además, los biofilms son capaces de integrar las condiciones ambientales a lo largo del tiempo, lo que les convierte en una valiosa herramienta a la hora de analizar los efectos de los contaminantes en los ecosistemas acuáticos.

La tesis, titulada "Efectos de los contaminantes prioritarios y emergentes en el biofilm", estudia los efectos de los plaguicidas sobre los biofilms del río Llobregat, la principal fuente de agua potable de la ciudad de Barcelona y cercanías.

El Llobregat es un río que ha estado sometido a fuertes presiones urbanísticas, industriales y urbanas, lo que ha causado unos niveles elevados de contaminación, además, las situaciones de sequía y la asociada baja capacidad de dilución aumentan el impacto potencial de los contaminantes, que se encuentran en concentraciones más elevadas.

Los resultados del estudio han mostrado una influencia de los herbicidas pertenecientes al grupo de las triazinas en la distribución de la comunidad de diatomeas, las algas más abundantes en el biofilm, y los resultados también sugieren efectos a nivel estructural y funcional debidos a la presencia de organofosfatos (insecticidas) y fenilureas (herbicidas).