Los tres maestros de la relojería Casa Losada que cuidan el reloj de la Puerta del Sol han empezado a hacer revisiones diarias para comprobar su precisión de cara a las campanadas de fin de año, de las que tienen previsto efectuar dos ensayos el próximo jueves, día 30, a mediodía y por la noche.

Así lo ha indicado uno de estos tres relojeros, Pedro Ortiz, que después de diecisiete años con el mismo cometido asegura no sentir nervios, aunque sí la responsabilidad de que el reloj no defraude a millones de personas que estarán pendientes de él.

"El reloj está de revisiones todo el año, aunque ahora las hacemos todos los días para comprobar la precisión y que vaya sincronizado con el Observatorio Astronómico", explica el maestro.

Llegado de Londres en 1865, este reloj histórico conserva su maquinaria original en un 98 por ciento y su único mecanismo manual es la bola de latón que cada año se monta y se desmonta para la ocasión.

Según Pedro Ortiz, "ya está montada y probada desde la semana pasada" la bola que este año descenderá para indicar el final de 2010 y marcar el inicio los "cuartos" que preceden a las campanadas.

Éstas repicarán a las doce en punto con un intervalo de tres segundos entre cada una, durante un total de 33 segundos.

Sólo la primera de las doce campanadas sonará en 2010 y las once siguientes en el año nuevo.

Veinte segundos antes de las doce sonarán los cuartos, con dos campanadas cada uno, de modo que se oirán ocho campanadas en bloques de dos.

Para garantizarlo, Jesús, Pedro y Santiago, los tres maestros, subirán al reloj sobre las once para hacer la última comprobación y ya no bajarán hasta que todo haya pasado.