El gobierno iraní valora la posibilidad de liberar a los dos periodistas alemanes detenidos el pasado noviembre cuando trataban de entrevistar al abogado y a los hijos de Shakineh Mohamadi Ashtianí, la mujer iraní acusada de asesinato y adulterio que corre el peligro de ser ahorcada.

En su habitual rueda de prensa semanal, el portavoz de la diplomacia iraní, Ramin Mehmanparast, explicó que se estudia una propuesta para que ambos reporteros puedan reunirse con su familia con motivo de las fiestas de Navidad.

"Existe una nueva petición para que se puedan reunir con sus familias teniendo en cuenta la cercanía del año nuevo cristiano. Estamos valorando el caso", añadió.

La noticia sale a la luz pocos días después de que cuatro ex presidentes alemanes pidieran la excarcelación del reportero y el fotógrafo del semanal Bild am Sonntag.

Esta semana, además, el jefe de la oficina presidencial, Rahin Mashai, manifestó a la prensa alemana que los dos periodistas no serían acusados de espionaje, si no de entrada ilegal en el país y de trabajar sin la acreditación necesaria.

Al hilo de este argumento, Mehmanparast negó igualmente que vayan a ser acusados de espionaje y se limitó a señalar hoy que será el Poder Judicial el que decida su destino.

"Se está revisando su expediente y estamos a la espera de lo que diga la Justicia", agregó.

La semana pasada, el fiscal general del Estado iraní, Gholam Husein Mohseni Ejaei, desestimó una petición del diario para su puesta en libertad y subrayó que "permanecerán en prisión hasta que las pruebas demuestren que no son culpables.

"Están bajo arresto temporal y su situación no ha cambiado", afirmó Ejaei, citado por la agencia de noticias estudiantil Isna.

Ambos fueron detenidos el pasado 10 de octubre en la ciudad de Tabriz cuando se hallaban en el domicilio de uno de los hijos de Ashtianí.

Junto a ellos, las fuerzas de Seguridad arrestaron a los hijos de la mujer y su entonces abogado, Javad Houtan Kian, quienes también siguen en prisión.

El pasado 16 de noviembre, los dos reporteros aparecieron por primera vez en la televisión estatal iraní, donde según la traducción en farsi, ambos admitían desconocer el caso de Ashtianí, que ha levantado una oleada de protestas internacionales.

Además, afirmaban que habían sido engañados por la activista iraní Mina Ahadi, presidenta y fundadora del comité Internacional en contra de la Lapidación, que les había preparado el viaje para "ganar notoriedad".

El caso de Ashtianí, de 43 años, salió a la luz el pasado verano cuando su primer abogado reveló que, tras agotar todas las vías legales y en un proceso poco transparente, la mujer había sido condenada por adulterio y que por ello sería apedreada hasta la muerte.

La pena despertó una campaña internacional, lo que obligó al régimen iraní a suspender la sentencia y afirmar que se encuentra bajo revisión.

Meses después, el Poder Judicial aseguró que también había sido condenada a muerte por el asesinato de su marido, y que como ese delito prevalecía, sería condenada a muerte pero por ahorcamiento.