"Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y el signo de los tiempos". Éste es el título del libro resultado de 20 horas de conversación entre Benedicto XVI y el periodista alemán Peter Seewald y que se ha presentado este martes en el Vaticano. En él se recogen diferentes opiniones del Pontífice sobre cuestiones del mundo actual como que el Papa puede dimitir cuando no se siente capaz física, mental y espiritualmente o que el escándalo de los abusos "no le ha cogido por sorpresa". Asimismo, el Papa dice que sólo aprueba la "regulación natural de los nacimientos", que el celibato es "más fácil" si los sacerdotes viven en "comunidades" o que "es necesario dialogar" con las fuerzas del Islam, entre otras reflexiones. Sobre la finalidad del libro, Benedicto XVI ha dicho que ha querido responder de un modo "sencillo" a las preguntas del mundo.

El Papa ha subrayado que no dimitiría a pesar de las dificultades de su Pontificado como el escándalo de los abusos porque "cuando el peligro es grande no se puede huir" sino que es necesario "resistir y superar la situación difícil". Sólo considera que el Pontífice puede dimitir cuando no se encuentre capaz física, mental y espiritualmente para desarrollar el encargo confiado.

Según ha manifestado, se puede dimitir "en un momento de serenidad o cuando ya no se puede más pero no se puede "en el momento del peligro". El mismo, ha afirmado que nota cómo sus fuerzas van disminuyendo y que tal vez el trabajo que conlleva el Pontificado "sea excesivo para un hombre de 83 años". Sin embargo, Benedicto XVI ha reconocido también que "gracias a Dios, existen muy buenos colaboradores" y que todo viene "ideado y realizado con un esfuerzo común".

Además, el Papa ha subrayado en el libro que el Pontífice sólo es infalible en determinadas condiciones, cuando la tradición es clara y sabe que no actúa "arbitrariamente". Por otra parte, Benedicto XVI ha afirmado que el Pontificado no significa ser un soberano "pleno de gloria" sino dar testimonio de aquél que ha sido crucificado y estar dispuesto a ejercitar el ministerio de la misma manera.

"VER AL SACERDOCIO ENSUCIADO HA SIDO DIFÍCIL"

Uno de los aspectos del libro adelantados ha sido el de los escándalos de abusos sexuales. Benedicto XVI ha afirmado que el conocimiento de éstos "no le ha cogido por sorpresa" ya que se había ocupado de los casos americanos como responsable de la Congregación para Doctrina de la Fe en el Vaticano.

Sin embargo, el Papa ha subrayado que "la dimensión que alcanzó el escándalo de los abusos sexuales "fue un shock enorme" y que ver el sacerdocio improvisadamente "ensuciado" de Esa manera "y con él toda la Iglesia" ha sido difícil de soportar. No obstante, sostiene que "en ese momento era importante no desviar la mirada del hecho de que en la Iglesia el bien existe y no sólo las cosas terribles".

Además, el Papa ha declarado que era evidente que la acción de los medios no estaba guiada por una búsqueda de la verdad, sino que se buscaba también desacreditar a la Iglesia. Sin embargo, ha destacado que los medios no habrían podido dar ésa visión si en la misma Iglesia "el mal no hubiera existido".

SUS PALABRAS SOBRE EL PRESERVATIVO "NO NECESITAN CORRECCIÓN"

Benedicto XVI ha afirmado que la utilización del preservativo es el primer paso de responsabilidad para darse cuenta del riesgo y "evitar poner en riesgo a la otra persona", según ha declarado el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. Además, el Papa ha subrayado al portavoz que sus palabras sobre el preservativo no necesitan ninguna corrección y que pretende resaltar la necesidad de una humanización de la sexualidad.

El Papa ha manifestado que concentrarse en el preservativo "es trivializar la sexualidad". Ha sostenido que esta superficialidad representa la "peligrosa" razón por la que "personas en la sexualidad no ven la expresión de su amor", sino "una especie de droga, que se suministran ellos mismos". Por otra parte, ha pedido que "sea valorada positivamente" para que pueda ejercitar "su efecto positivo sobre el ser humano".

Respecto a la píldora abortiva, el Pontífice ha afirmado que "si se separan fundamentalmente sexualidad y fertilidad entonces la sexualidad pasa a ser cualquier cosa". La Iglesia, según ha subrayado el Papa, "no es contraria a cualquier regulación de la natalidad, sino que aprueba la regulación natural de los nacimientos".

"ES UNA GRAN PRUEBA" PARA LOS QUE TENGAN TENDENCIAS HOMOSEXUALES

Sobre la homosexualidad, Benedicto XVI sostiene que son personas que deben ser respetadas "personas que no deben ser discriminadas". Según ha subrayado el Papa, el respeto por la persona "es absolutamente fundamental y decisivo". Ha defendido que "si alguno presenta tendencias homosexuales profundamente enraizadas", entonces "ésta es una gran prueba para él, así como otra persona puede soportar otras pruebas".

Sin embargo, Benedicto XVI ha sostenido que no por ello "la homosexualidad pasa a ser moralmente justa, sino que queda como algo que está contra la naturaleza de aquello que Dios ha querido originariamente". Además, afirma que la homosexualidad no es conciliable con el ministerio sacerdotal, porque entonces "el celibato como renuncia no tiene ningún sentido".

Respecto al celibato, Benedicto XVI ha afirmado que tal vez "puede ser más fácil si se constituyen comunidades de sacerdotes". Según ha manifestado el Papa, es importante que los sacerdotes "no vivan aislados sino que estén juntos, se apoyen y experimenten del estar juntos en su servicio a Cristo".

"EL ISLAM DEBE ACLARAR SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA"

El Papa ha reconocido el Islam como una gran "realidad religiosa" con la cual "es necesario dialogar" y que a través del discurso de Ratisbona "ha comenzado un diálogo muy intenso". El resultado, afirma, es que ha quedado claro que el Islam debe aclarar "su relación con la violencia y con la razón".

Benedicto XVI ha sostenido que en los países donde el Islam es "monocultural", la conciencia de la verdad "pasa a ser tan limitada que se transforma en intolerancia y por ello hace difícil la convivencia con los cristianos". Ha manifestado que es importante mantener un contacto intenso con las fuerzas del Islam.

Sobre el caso Williamson, el obispo lefebvriano al que levantó la excomunión sin saber que había negado la existencia del Holocausto, el Papa subraya que se tendría que haber estudiado más y haber separado el caso Williamson de los demás obispos, pero por desgracia "nadie miró en Internet" para tomar conciencia de quién se trataba.

"EL CASO DE LOS LEGIONARIOS SE AFRONTÓ CON LENTITUD"

El Papa ha admitido que el caso del fundador de los Legionarios de Cristo, el sacerdote Marcial Maciel, se afrontó con "lentitud y con mucho retraso". El fundador fue acusado de abusar sexualmente durante años de seminaristas y sacerdotes de la propia orden y fue obligado en el año 2005 por el Papa a permanecer recluido en penitencia en un convento.

En este sentido, el Papa afirma que el problema estaba "bien cubierto" y sólo a partir del año 2000 se comenzó a tener puntos de referencia concretos". Benedicto XVI ha afirmado también que es necesario corregir algunas cosas pero que "en su conjunto la comunidad de los Legionarios está sana".

El Papa ha asegurado estar desilusionado "con el mundo occidental", donde hay "esta aversión a la Iglesia". Benedicto XVI ha afirmado sentirse "desilusionado porque la tendencia general de nuestro tiempo es de hostilidad hacia la Iglesia".

El Papa ha querido responder "coloquialmente" y de un modo "sencillo" a las preguntas del mundo en el libro. En 280 páginas, Benedicto XVI habla sobre los problemas del pontificado en los últimos cinco años y sobre cuestiones de actualidad.