La historiadora María Mercedes Sanz sostiene que el Real Sitio de San Ildefonso-La Granja, en Segovia, alberga el primer cementerio civil de España, después de que el rey Carlos III ordenara, en 1785, que los camposantos se apartaran de las poblaciones, con el objeto de preservar la salud pública.

Esta es una de las conclusiones de Sanz, recogida recientemente en una publicación editada por la Asociación Plaza Mayor.

La historiadora recuerda que, desde marzo de 1785, las inhumaciones comenzaron a realizarse en el nuevo cementerio de La Granja, cuya construcción está enmarcada en el seno de la política ilustrada llevaba a cabo por el monarca Carlos III y su gobierno.

Desde ese momento, numerosos cementerios civiles tomaron como modelo el del Real Sitio de San Ildefonso y se fueron ubicando en lugares apartados de las poblaciones, bien ventilados, cercados y con una capilla en el interior, además de un osario.