Un ordenador que no funciona, una aspiradora estropeada, una lavadora demasiado ruidosa, todo se puede reparar... pero hay que saber hacerlo, y para ello, el programa "Reparado mejor que nuevo" ayuda a los usuarios a arreglarlos, con el objetivo de disminuir el volumen de residuos y ahorrar dinero.

"Y lo mejor de todo es que es gratis", comenta Joaquim Aguiló, un jubilado que en los últimos meses ha reparado "un armario, una máquina de fotos, un ordenador y una aspiradora", con la ayuda de los especialistas que trabajan en el local del proyecto "Reparado mejor que nuevo" de la calle Floridablanca de Barcelona.

En este proyecto, financiado por el Área Metropolitana de Barcelona y la Agencia de Residuos de Cataluña, participan especialistas en electricidad, reparación de bicicletas, costura, equipos informáticos, restauración de muebles y bricolaje, que ayudan a los usuarios a reparar todo lo que traigan.

"Yo tengo aquí un montón de herramientas que los usuarios pueden utilizar y les asesoro, pero tienen que hacerlo ellos mismos", aclara el especialista en reparación de electrodomésticos Ángel Molina.

"Si algo bueno ha traído la crisis es una mayor conciencia de la necesidad de reciclar", destaca el responsable técnico del proyecto, Jordi Abad, quien comprueba que "mucha gente viene porque no puede permitirse tirar una aspiradora y comprar otra".

No obstante, hay más motivaciones, ya que "algunos vienen para ahorrar, otros porque no quieren tirar algo que tiene valor sentimental para ellos y muchos porque son conscientes de que el planeta no puede soportar el volumen de residuos que generamos", según Abad.

Cada ciudadano genera 500 kilos de residuos al año, una cifra "totalmente insostenible", fruto de una "cultura del consumismo que ha barrido a la cultura del aprovechamiento", dice Abad, que recuerda que "nuestros abuelos lo aprovechaban todo y nosotros nos hemos acostumbrado a usar y tirar".

"Muchas veces la gente trae cosas que sólo necesitan mantenimiento, que ni siquiera están averiadas", explica Ángel Molina justo después de ayudar a un usuario que llega cargado con una aspiradora que una vez encendida no se podía apagar.

"Lo único que ha hecho falta ha sido abrir la aspiradora y limpiarla. Muchas veces sólo hay que abrir y limpiar o abrir y engrasar, y es una pena que se tire algo tan grande como una lavadora sólo por falta de mantenimiento".

El propietario de la aspiradora es Joaquim Aguiló, que con las herramientas que le ha dejado Ángel Molina tardó media hora escasa en arreglar el aspirador.

"Ser medioambientalmente respetuoso ayuda a ahorrar dinero", subraya Jordi Abad, que también ofrece cursos y talleres gratuitos de costura, electrónica, bricolaje, fontanería, reparación de bicicletas y mantenimiento de equipos de informática.