Al menos el 70 por ciento de las personas mayores de 50 años tiene artrosis en sus manos, un 40 por ciento padece la enfermedad en los pies y hasta el 10 por ciento ve afectadas su rodillas, lo que la convierte en "la enfermedad reumática con mayor número de afectados en España", según la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Con motivo del Día Mundial de la Artrosis, que se celebró ayer, la SER recuerda que, pese a ser una enfermedad asociada a la edad, "no por ello el paciente que la sufre tiene que aceptar con resignación el dolor" y aconseja acudir al especialista para tratar de paliar los síntomas.

Por otra parte, desde la SER denuncian que, pese a su gran incidencia, la investigación sobre la enfermedad esté menos avanzada que otras enfermedades. "Podemos asemejar el punto en el que se encuentra el estudio de la artrosis en este momento al desarrollo de las investigaciones del cáncer hace 25 años", señaló el doctor Francisco Blanco, coordinador de Investigación del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña. No obstante, admite que la heterogeneidad de los resultados, así como la diversidad de tipos de paciente, hacen difícil identificar fenotipos y subgrupos que permitan una clasificación de la enfermedad, un diagnóstico más temprano y un tratamiento más individualizado.

Resultados modestos

"Tras los últimos estudios genéticos realizados, cada vez queda más claro que necesitamos nuevos criterios para diagnosticar la artrosis", señaló Blanco. "Es una opinión que se ha generalizado en el último Congreso de la Sociedad Internacional de Investigación en Artrosis (OARSI, por siglas en inglés), que se ha celebrado recientemente en Bruselas (Bélgica)", añadió.

Los trabajos realizados con metodología GWAS -se encarga de escanear por completo el genoma del paciente-, y que, según este experto, "se prometían muy ambiciosos", no han conseguido los resultados esperados en cuanto a genética de esta enfermedad reumática.

"La principal explicación para estos modestos resultados es que nos encontramos ante una multitud, no sólo de pacientes, sino de tipologías diferentes de artrosis. A esto tenemos que unir que nuestros criterios de diagnóstico no han variado en el último medio siglo, a pesar de los avances que se han producido, por ejemplo, en las técnicas de diagnóstico por imagen", concluyó.