El Gobierno valora el aumento de la matriculación en Formación Profesional de los últimos cursos, pero también reconoce ciertos desajustes entre oferta y demanda, ya que sobran plazas en algunas titulaciones y en algunos lugares y faltan en otros estudios, lo que requiere un análisis.
En rueda de prensa, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se ha referido hoy a esta circunstancia como una novedad, "una buena novedad".
Ha matizado que no se trata de "ninguna reconversión", sino de políticas educativas, pues puede haber modalidades de FP que estaban universalizadas y sobresaturadas y ahora hay otras posibilidades formativas para las que las CCAA están pidiendo más plazas por una mayor demanda, como está ocurriendo en Cataluña y Canarias, ha citado como ejemplos.
Preguntado por que el 44 por ciento de los titulados superiores jóvenes españoles desempeñan puestos de cualificación inferior a sus estudios, según el informe de la OCDE publicado ayer, el ministro ha replicado que el Gobierno no le va a decir a nadie qué tiene que estudiar.
Ha reiterado que cuanta más formación, más posibilidades de un mejor empleo y de un desarrollo personal más satisfactorio, así que la educación nunca es un derroche, sino una inversión.
"No voy a hacer un discurso contra la formación universitaria, en absoluto, ni voy a decir que a ver si logramos que haya menos universitarios, ni muchos menos. Mi discurso es a favor de que haya más titulados de FP", ha recalcado.
Precisamente el Plan estratégico de FP es uno de los 17 programas del Plan de Acción Educativa 2010-2011 que el Ministerio propondrá a las Consejerías autonómicas en la conferencia sectorial del 28 de septiembre próximo.
"El Plan de Acción está escrito para ser ejecutado todo, no es un plan de ocurrencias", ha señalado el ministro.
Por el contrario, se pretende aplicarlo "inmediatamente", con la idea de que "esté ejecutado" en el primer trimestre de 2011, y habrá más para los próximos años.
En relación con los presupuestos de 2011, ha recordado que el plan de austeridad establece una reducción para todos los departamentos del entorno del 7 por ciento, aunque ha matizado como prioridad que esto no afecte a la igualdad de oportunidades ni a la excelencia.
Ha recordado en esta línea la subida de un 8,8 por ciento en el programa de becas y ayudas al estudio para el curso que acaba de comenzar.
"Confío -ha agregado- en que en la propuesta presupuestaria del Gobierno, en el debate parlamentario y en el debate social haya suficiente empuje e impulso para hacer ver que, porque estamos en tiempos de crisis, no hay que reducir en inversión educativa".
A las comunidades les ha pedido que dediquen efectivamente a educación el incremento de partidas de la financiación autonómica previstas para este fin, pues recortar el presupuesto sería una "contradicción conceptual".
"Espero también que en las propias comunidades, cuando hagan los presupuestos, tengan también eso en cuenta, no sea que se captan los recursos para una cosa y luego se destinan a otra".
En este caso, ha dicho, el ministro no sería consecuente que el Gobierno central "encima" tuviera que transferirles recursos "sobreañadidos".
En relación con la Universidad, ha comentado que "continúa" el debate sobre el calendario académico, en el sentido de una posible supresión de los exámenes de septiembre y su adelanto a primeros de julio, aunque es una cuestión compleja y que requiere coordinación.
Gabilondo ha repasado algunos de los datos del nuevo año académico como el récord de 7,75 millones de alumnos matriculados en enseñanzas generales no universitarias, aunque ha vuelto ha insistir en reducir el fracaso y el abandono escolares y en una mejor atención a quien tienen dificultades de aprendizaje.
En relación con le informe citado de la OCDE, ha pedido que se analice con rigor y perspectiva, pues si unos indicadores no son demasiado halagüeños, en general tienen una tendencia adecuada de mejora, por ejemplo los de escolarización infantil y postobligatoria.
Por ello ha pedido que se evite hacer de los datos "bandería política".