La crisis ha reducido los divorcios y las separaciones en España, que alcanzaron un total de 106.166 en 2009, un 10,7 por ciento menos que en 2008.

En concreto, un total de 98.359 matrimonios acabaron en divorcio en 2009 y 7.680 se separaron, mientras que tan sólo 127 terminaron en nulidad. Estas cifras suponen un descenso del 10,6 por ciento, 12,3 por ciento y 10,6 por ciento, respectivamente.

Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que en más de la mitad de las disoluciones se impuso una pensión alimenticia, que en casi nueve de cada diez casos fue asumida por el marido.

En más de la mitad de las rupturas, había hijos menores de edad. La custodia fue otorgada a la madre en el 84 por ciento de las rupturas, mientras que la edad media de los matrimonios disueltos fue de 15,6 años.

El INE indica que en el 53,6 por ciento de las rupturas había hijos menores de edad, y la pensión se asignó en el 57,5 por ciento de los casos, un uno por ciento más que el año anterior. En el 88,7 por ciento de las disoluciones, el pago correspondió al padre, mientras que en el 5,3 por ciento recayó en la madre y en un seis por ciento de las disoluciones fue asumida por ambos.

La estadística revela que en la custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 84 por ciento de las rupturas registradas el año pasado, lo que supone una reducción del 2 por ciento respecto de 2008 en favor de los padres, que obtuvieron la custodia en el 5,6 por ciento de los casos, un 1,6 por ciento más que un año antes. La custodia compartida se asignó en el 9,7 por ciento de las disoluciones (igual que en 2008) y se otorgó a otros (instituciones u otros familiares) en el 0,7 por ciento de estos casos.

En total, 2009 se cerró con 106.166 disoluciones de matrimonios, un 10,7 por ciento menos que en el año anterior, de modo que "continúa la disminución de las rupturas matrimoniales iniciada en el año 2007", según explica el INE, que destaca que "se consolida la tendencia al alza de los divorcios" como modo de disolución ya que representaron el 92,7 por ciento de las rupturas, frente al 7,2 por ciento de las separaciones y el 0,1 por ciento de las nulidades.

Además, indica que en 2009 se produjeron 158 disoluciones de matrimonios homosexuales, de los que 87 fueron rupturas entre hombres y 71 entre mujeres.

En lo que concierne a la presentación de la demanda de disolución matrimonial, en el 45,5 por ciento de los casos la demanda fue presentada por ambos cónyuges, en el 30,1 por ciento por la esposa y en el 24,4 por ciento por el marido. Este orden de prelación se mantiene tanto en los divorcios como en las separaciones, según la estadística.

En este sentido, el INE destaca que el 64,6 por ciento de las disoluciones del año pasado fueron de mutuo acuerdo, frente al 63,7 por ciento registrado el año anterior. Del total de divorcios, el 64,4 por ciento fueron de mutuo acuerdo y el 35,6 por ciento no consensuados. Por su parte, el 67,6 por ciento de las separaciones fueron de mutuo acuerdo y el 32,4 por ciento contenciosas. En el 17,1 por ciento de los divorcios hubo separación previa (frente al 21,4 por ciento del año anterior).

La duración media de los matrimonios disueltos fue de 15,6 años, igual que el año anterior y apunta que si bien los que acabaron en divorcio contaban unos 15,3 años de antigüedad, los terminados en separación rondaban los 19 años y los anulados, unos 6,5 años.

Destaca que el 29,7 por ciento de los divorcios se produjo después de 20 años de matrimonio y el 20,6 por ciento en uniones que duraron entre seis y 10 años. En el caso de las separaciones, el 41,7 por ciento de los matrimonios tuvo una duración superior a 20 años y el 18,1 por ciento entre seis y 10 años.

En cuanto a la duración de los procedimientos, en 7 de cada 10 casos la demanda de divorcio se resolvió en menos de seis meses, aunque un 8,5 por ciento se demoraron más de un año. En las separaciones, el 74,7 por ciento se resolvió en menos de seis meses, frente al 7,1 por ciento que tardó más de un año.