El Gobierno regulará el voluntariado solidario cuando se realiza en zonas de riesgo y de conflicto, tras el secuestro de nueve meses que sufrieron unos cooperantes catalanes en Mauritania.

Así lo anunció ayer la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, durante la presentación de la Semana de la Cooperación, en la que se celebrarán numerosas acciones de sensibilización sobre la labor que realizan miles de personas en todo el mundo por la consecución de los Objetivos del Milenio.

"En la vida uno va aprendiendo y de este largo secuestro hemos sacado una lección, y es que tenemos una necesidad de regular este ámbito: el voluntariado solidario", señaló Rodríguez, quien confesó que "hay un vacío legal" y que es preciso "rellenarlo".

No obstante, recordó que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación considera que "no se deben realizar" caravanas solidarias en lugares de conflicto o donde haya amenazas de secuestros.

Estas actividades, según explicó, "ponen en riesgo la vida y la integridad" de las personas que realizan el voluntariado, "los intereses y la posición del Estado español" y la seguridad de los cooperantes que trabajan habitualmente en esos países, a quienes calificó de "profesionales de bandera".

"Mucho que mejorar"

La secretaria de Estado de Cooperación apuntó que actualmente están trabajando en la regulación del estatuto del cooperante, donde "queda mucho que mejorar", así como en garantizar la seguridad e integridad de los trabajadores humanitarios.

El nuevo reto, prosiguió, será legislar ese "segmento importante" del voluntariado solidario, que realizan "multitud" de ONG españolas vinculadas a ayuntamientos y comunidades autónomas, y que "hacen una labor fundamental de concienciación".

"No queremos hacerlo solos", reconoció Rodríguez, quien contará para ello con la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de España (CONGDE) así como con las administraciones, con las que muchas de estas plataformas tienen una "gran implicación".

El presidente de la CONGDE, Eduardo Sánchez, desaconsejó las caravanas solidarias porque "no son muy eficientes" y hay "mejores formas" de hacer llegar la ayuda a una población asilada, entre ellas, contar con las organizaciones locales del país.