La Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE) hizo hoy una demostración en Ginebra sobre cómo equipar los vehículos eléctricos, silenciosos por la ausencia de carburante en sus motores, de un dispositivo sonoro para evitar accidentes derivados de no oír su presencia.

Son eléctricos, ecológicos y silenciosos. Cualidades que, si bien suponen una ventaja para el medio ambiente, constituyen un arma de doble filo para viandantes y personas discapacitadas -como los ciegos-, ya que pierden la capacidad sonora de un coche normal para advertir de su presencia.

"Se trata de armonizar un sistema de sonido para que los fabricantes del mundo puedan distribuirlo", dijo Christian Theis, representante del Ministerio de Transporte alemán en la Comisión del Ruido de la UNECE.

Esta comisión, liderada por la delegación japonesa, demostró hoy en el Palacio de Naciones en Ginebra cómo incorporar el sonido emitido por los vehículos clásicos a los eléctricos mediante la instalación de un "sistema de alerta sonora" en tres modelos diferentes: dos Toyota Prius, un Nissan Altima y un Mitsubishi.

En una prueba ante decenas de personas, los cuatro coches dieron sucesivas vueltas alrededor del recinto de la ONU, un recorrido en el que se pudo comprobar un ruido similar al de un vehículo normal, aunque ligeramente más suave.

"Intentamos lograr el mínimo sonido y frecuencias distintas. Así, no será igual el ruido que haga un coche eléctrico cuando esté parado que cuando acelere", añadió Theis.

La misión de UNECE consiste en proporcionar a los fabricantes el marco para su creación, una normativa que implica ciertas premisas, como que el dispositivo debe ser automático y el conductor tiene que poder encenderlo y apagarlo cuando quiera.

"Hay momentos, como un atasco, en los que no será necesario que el coche emita ningún sonido, y también hay ruidos más estridentes que tratarán de evitarse, como el del sonido de un teléfono móvil", detalló Theis.

Y es que no se trata de "provocar ruido porque sí", insiste el representante alemán, "sino de reducir los riesgos de la población de tener un accidente causado por la imposibilidad de oír el coche".

La creación de este dispositivo electrónico fue decidida en marzo de 2009 bajo propuesta de UNECE, que revisará de forma preliminar entre ayer y mañana esta "alarma sonora" para evaluar el riesgo de este tipo de vehículos e identificar otras necesidades de los usuarios de la carretera.

El proyecto final no se conocerá hasta febrero, y su puesta a la venta se hará esperar cerca de dos años, según pronosticó Theis, un periodo en el que se espera que el uso de vehículos eléctricos sea común en el mercado.