La mancha negra de crudo del Golfo de México baña ya la costa de varios condados en el noroeste de Florida y algunas oleadas han llegado al canal de Perdido Pass, en la zona lindante con Alabama, informaron ayer las autoridades.

El Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP, siglas en inglés) confirmó la llegada de algunas oleadas de crudo y "espuma" a Perdido Pass, la desembocadura del río del mismo nombre, en el condado de Escambia, donde se encuentran la famosas playas de Pensacola y Perdido Key.

Los informes indican que "equipos de reconocimiento" han detectado fragmentos de alquitrán y áreas de vertido en la costa noroeste de Florida, "desde Escambia a Bay".

El 4 de junio, las primeras formaciones de alquitrán fueron detectadas en las playas del parque nacional Gulf Islands Seashore, en la bahía de Pensacola.

Desde entonces, pequeños pegotes de alquitrán continúan llegando lentamente, pero de forma regular, a una amplia zona de las costas de los condados situados al noroeste de Florida.

La zona de Perdido Pass, que forma un canal que comunica la bahía de Perdido con el Golfo de México, permanecerá cerrada con la subida de la marea para prevenir que la marea negra penetre en la bahía.

Las autoridades han desplegado a lo largo del paso de Perdido una cadena de barreras flotantes, a lo largo de 82 kilómetros, para proteger las ensenadas.

Tensión Inglatera-EEUU

El vertido de petróleo de BP está provocando fuertes tensiones políticas entre la Casa Blanca y el Reino Unido y una grave preocupación en círculos empresariales de este país.

El desastre ecológico causado por ese accidente ha reducido prácticamente a la mitad el valor accionarial de la compañía y ha provocado fuertes tensiones entre Washington y Londres.

La compañía se encuentra en caída libre por el temor de los inversores al impacto de la mala imagen que BP se ha granjeado en EEUU por las continuas críticas del presidente de ese país, Barack Obama.

El primer ministro británico, David Cameron, se ha visto obligado a salir en defensa de la compañía, y tratará el tema con el presidente Barack Obama este fin de semana telefónicamente.

El Gobierno norteamericano ha anunciado por otra parte que el presidente de BP, Carl-Henric Svanberg, ha sido convocado a una reunión en la Casa Blanca con Obama y el funcionario norteamericano al frente de los trabajos de limpieza, el almirante Thad Allen.

Resulta significativo que la carta de Allen en la que convoca a Svanberg a la reunión no mencionase para nada al consejero delegado de la compañía, Tony Hayward, a quien Obama ha criticado personalmente.