Pese a que la tabaiba es una especie endémica de las Islas Canarias y algunas zonas del norte de África, existe una importante población de esta especie en las riberas del río Níger, según explicó el biólogo José López Bordón durante su conferencia "Un Crucero por el Níger", impartida en la Real Sociedad Económica de Amigos de País, en el marco del seminario "Planeta Tierra" que se viene desarrollando desde hace varios meses.

Durante su recorrido por uno de los paisajes más desolados de la tierra, el conservador del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife se refirió al pueblo de los Tuareg, nómadas que durante siglos han sido los amos del desierto y que pese a las adversidades del entorno han desarrollado una cultura en la que destacan los impresionantes trabajos de orfebrería en plata, altamente cotizados en las mejores joyerías de ciudades punteras como Nueva York.

Otra observación aportada por López Bordón durante su charla fue cómo los habitantes de la región del Taoudenni viven de la extracción de sal y después atraviesan el desierto en caravanas hasta alcanzar la mítica ciudad de Tombuctú, región que era verde y fértil hace varios miles de años, pero que por su proximidad al desierto es vulnerable a grandes tormentas de arena y a las crecidas del río Níger, deja a la ciudad completamente aislada.

Asimismo, el biólogo López Bordón se refirió a los gigantes milenarios árboles baobabs, que presiden los paisajes africanos y cuya presencia es especialmente significativa en países como Mali, Senegal y numerosas zonas del sur de Mauritania. Asimismo, insistió en el hecho de que en aquellas regiones donde el agua escasea y no existe un higiene adecuada, millones de personas muertes todos los años por cuestiones sanitarias, recalcando que la mayor parte de ellos son niños o jóvenes de corta edad, por lo que la búsqueda de este bien tan preciado se convierte en casi una obsesión para las familias.

Durante su intervención, López Bordón destacó cómo los lugareños excavan pozos, con una profundidad que alcanza los 40 y 50 metros, de donde extraen agua que utilizan en sus labores cotidianas.

Precisamente, como el acceso al agua sigue siendo para muchos de estas personas un lujo, "en Mali el Cabildo de Tenerife va a financiar la construcción de uno de estos pozos para contribuir a que una parte de la población tenga agua potable", concluyó López Bordón.