La empresa petrolera británica British Petroleum (BP) está dispuesta a hacerse cargo de todas las reclamaciones "legítimas" por daños que se presenten por del vertido de crudo accidental en uno de sus pozos en el Golfo de México, que amenaza con causar una catástrofe medioambiental.

En declaraciones publicadas ayer al Financial Times, el consejero delegado de la compañía, Tony Hayward, expresó este compromiso.

Hayward viajó ayer a Estados Unidos para supervisar personalmente las medidas puestas en marcha para solventar la situación.

El Gobierno de EEUU manifestó el viernes su "decepción" porque BP no haya sido capaz de sellar aún el pozo de petróleo causante de la marea negra en el Golfo de México, que empieza a llegar ya a la costa estadounidense de Luisiana, y dijo que exigirá "responsabilidades" a los causantes del desastre.

La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y el de Interior, Ken Salazar, se desplazaron a Luisiana para seguir de cerca las tareas de contención de la gran mancha de crudo, que amenaza la costa de ese estado, rica en especies salvajes y en recursos pesqueros.

"No es nuestro accidente, pero tenemos la responsabilidad de limpiarlo. Honraremos las reclamaciones legítimas por daños que presente la gente", afirmó Hayward.

Una investigación

El Gobierno estadounidense ha puesto en marcha una investigación sobre las causas de la explosión y hundimiento de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, propiedad de Transocean con concesión de BP, hace diez días, que causó 11 muertos.

BP aseguró que ha movilizado "todos los recursos necesarios para luchar contra el vertido", lo que incluye tanto sellar el pozo de extracción como contener la expansión de la mancha y limpiar la costa afectada.

No obstante, la respuesta que dio la empresa, que no tiene seguro internacional, no ha satisfecho completamente a las autoridades.

Se calcula que actualmente el pozo está vertiendo al mar unos 800.000 litros de crudo al día.

Vientos intensos y olas de gran altura amenazaban ayer con frustrar los esfuerzos por impedir que una marea negra de petróleo contamine las costas de Luisiana y desate una catástrofe ecológica no sólo en ese estado sino también en los de Florida y Alabama

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó para hoy un aumento de los vientos y de las mareas con olas que empujarán el petróleo al interior de las pequeñas bahías del sudeste de Luisiana.

Además, los vientos aumentarán la altura de las olas a lo que se sumará la probabilidad de tormentas eléctricas durante el día en toda la región, señaló.

Tom McKenzie, portavoz del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EEUU, manifestó que es posible que las olas hagan inútiles las barreras flotantes que ya se han instalado a poca distancia de las costas de Luisiana.

Entre tanto, pese a la amenaza de mal tiempo más de 6.000 efectivos y centenares de barcos continuaban instalando las barreras flotantes en las costas de Luisiana.