El presidente del PP, Mariano Rajoy, lamentó ayer y que el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, no haya sido capaz de "superar las presiones de su propio partido" y de algunas personas, planteadas, en su opinión, más en términos de "sectarismo" que de mejorar la educación de los españoles.

Rajoy, en un acto de entrega de carnés a nuevos militantes del PP en Toledo, interpreta así el documento presentado por Gabilondo para propiciar un pacto político y social por la educación.

El máximo dirigente del PP reconoció que el ministro "ha hecho un esfuerzo", como también lo ha hecho su partido, pero sólo ha presentado "cuatro medidas, que no están ni bien ni mal", algunas de las cuales apoyará el PP y otras no, pero que no entran, a su juicio, "en lo fundamental".

"El problema no es lo que tienen, es lo que falta, lo que no tienen", dijo el dirigente del PP, quien advirtió de que cuando no se es valiente y no se coge "el toro por los cuernos", no se solucionan los problemas.

Lo ocurrido con la propuesta de pacto educativo, es, según Rajoy, similar a lo que pasó con el pacto económico de Zurbano, con medidas que el PP ha apoyado pero que "no son lo que necesita España".

También recordó que el modelo educativo español es el del PSOE desde 1985 y que, cuando el PP aprobó la Ley de Calidad de la Educación, José Luis Rodríguez Zapatero tardó 48 horas en "liquidarla".

Pese a que las posibilidades de suscribir finalmente el pacto parecen reducirse cada día que pasa, la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, aseguró que el Gobierno no descarta "todavía" alcanzarlo.

En entrevista a RNE recogida por Europa Press, y preguntada acerca de si descarta alcanzar el pacto educativo, Almunia dijo: "No, todavía no. Todavía nos hemos fijado la fecha de quince días después del último documento, que es el que recoge el máximo consenso posible".