La presión migratoria entre los países del Sur y el Norte continuará en ritmo ascendente "más allá de los altibajos económicos", según un análisis publicado por el Real Instituto Elcano del que se desprende que la aplicación de políticas restrictivas en los países de destino de los inmigrantes "no sólo es inmoral sino también insensato, porque multiplica los riesgos del proceso" y supone un "coste de oportunidad sin precedentes".

El estudio, elaborado por el asesor estratégico de Intermón Oxfam Gonzalo Fanjul, sostiene que las reglas impuestas por los países ricos en materia de inmigración son "un ejemplo paradigmático del doble rasero que caracteriza la gestión de la globalización" ya que se ha generado una suerte de "sistema bipolar" entre las normas que los gobiernos aprueban y la realidad de los flujos migratorios.

En este sentido, Fanjul señala que los gobiernos españoles de los últimos 15 años "han demostrado la misma ciclotimia ética y política" que otros países europeos, porque "las instituciones estatales de uno y otro signo han aplicado una política restrictiva".