El Papa Benedicto XVI pidió ayer a los jóvenes, en la XXV Jornada Mundial de la Juventud, que sigan a Cristo y que no teman "las incomprensiones y ofensas" que conlleva ese seguimiento. El Papa recordó como hace 25 años, su predecesor, Juan Pablo II, creó la Jornada Mundial de la Juventud, aquel 1985 dedicado por Naciones Unidas a los jóvenes.

Este año esta jornada se celebra a nivel diocesano en todo el mundo y el año próximo tendrá como sede Madrid, la capital española, donde se espera asistan unos dos millones de muchachos de todos los rincones del planeta.

Benedicto XVI tuvo palabras de afecto para los miles de jóvenes presentes en la plaza de San Pedro durante la misa del Domingo de Ramos, entre ellos españoles, chilenos, colombianos, etcétera, que ondearon las banderas de sus países.

Por primera vez en sus casi cinco años de Pontificado, Benedicto XVI empleó el "Papamóvil" descubierto en la procesión de las Palmas, que se celebró ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano. En años anteriores, el Pontífice realizó el recorrido a pie desde el obelisco central al altar mayor.