Los trasplantes deben continuar siendo algo prioritario a pesar de la gripe A, y tanto los pacientes trasplantados como los que esperan una donación deben vacunarse frente al nuevo virus, afirmó ayer el coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz.

Estas son algunas de las conclusiones que están recogidas en un informe realizado por el Ministerio de Sanidad tras las "alarmantes noticias" llegadas desde algunos países del Hemisferio Sur, donde el número de trasplantes había caído entre un 20 y un 30 por ciento en los meses más álgidos de contagio, señaló el doctor Matesanz.

La principal razón de este descenso, especialmente en Australia, Argentina, Chile y Uruguay, se ha debido a que las Unidades de Vigilancia Intensiva estaban saturadas por enfermos de gripe A y eso hacía que compitieran con la posibilidad de que hubiera donantes. Sin embargo, a través de la "Comisión para la donación y el trasplante en relación con la gripe A (H1N1)", creada el pasado verano, España dispone ya de un protocolo, consensuado por las diferentes sociedades científicas, que marca las pautas para los hospitales de todas las Comunidades Autónomas y los coordinadores de trasplantes.

"Es necesario que los criterios sean uniformes", destacó Matesanz, quien recordó que los pacientes trasplantados y aquellos que esperan un trasplante están considerados enfermos crónicos y forman parte de los grupos de riesgo determinados por el Ministerio de Sanidad para ser vacunados en primer lugar.