El secretario general de Sanidad y Política Social, José Martínez Olmos, indicó ayer que "cualquier ensayo clínico tiene prevista la posibilidad de suspensión si aparecieran efectos no previstos", pero declaró que en el caso de la vacuna de la gripe, aunque sea de la gripe A, se usan procedimientos "muy probados" de fabricación, por lo que aseguró que "no se esperan sorpresas" en los ensayos clínicos que se van a realizar en 400 niños españoles dentro de 15 días.

Según explicó Martínez Olmos en declaraciones a Radio Nacional, recogidas por Europa Press, "los ensayos clínicos tienen una legislación y un control muy exhaustivos en Europa" y, además, son "preceptivos para poder decidir que una población concreta, en este caso los niños, puedan recibir una vacuna en caso de que sea necesario".

El secretario general de Sanidad subrayó que los ensayos ya se han puesto en marcha en otros países, aunque matizó que la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) "todavía no ha autorizado la vacuna" ni en la población infantil ni en la adulta, y aclaró también que "se podría tomar la decisión de autorizar la vacuna en la población adulta y que quede pendiente en otras poblaciones".

Por último, Martínez Olmos apuntó que se está ante una enfermedad que "se conoce desde hace solo cuatro meses" y que presenta "datos positivos" que "hacen albergar esperanzas aunque con las cautelas necesarias" y "otros que nos preocupan". Entre los primeros, indicó "que los síntomas son leves" y entre los segundos explicó "que la población mundial es susceptible porque es un virus nuevo, hay casos que se complican y hay que estar preparados para atenderlos y para un incremento de la incidencia cuando venga el frío".

Por otro lado, el consumo de medicamentos como Tamiflu y Relenza debe reservarse a aquellos pacientes que sufran de gripe A o estén sometidos a un elevado riesgo de padecer complicaciones, y no administrarse con carácter preventivo, indicó ayer el CDC.

El Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) actualizó ayer sus directrices para la prevención y el tratamiento de la gripe A, que desde abril ha causado 593 muertes en el país.

Las últimas recomendaciones de la agencia pública sugieren prudencia a la hora de administrar antivirales como Tamiflu, cuyo uso para prevenir la expansión de la epidemia es cada vez más común.

Anne Schuchat, directora del Centro de Problemas Respiratorios y de Inmunización del CDC, recomendó en una conferencia de prensa que los médicos recurran a una "espera en alerta" para comprobar si los pacientes desarrollan fiebre u otros síntomas de gripe antes de recetar un medicamento antiviral.

Resistencia al fármaco

Roche, la firma que posee la patente de Tamiflu, dijo que ha observado 13 casos de pacientes de gripe A que han desarrollado resistencia a ese medicamento, un fenómeno que el CDC considera que puede frenarse con barreras a los tratamientos preventivos.

En el caso de los pacientes con síntomas evidentes de gripe, Schuchat recomendó administrar los antivirales de forma inmediata, en lugar de esperar a que concluyan las pruebas para determinar si se trata de influenza.

Schuchat subrayó que esa espera puede afectar a la efectividad de Tamiflu o Relenza, cuyo efecto se optimiza en caso de administrarse entre 12 y 48 horas después de detectarse los síntomas.

La especialista añadió que la mayoría de estadounidenses que contraigan la enfermedad lo harán de forma leve y no necesitarán atención médica o tratamiento antiviral.

Según los expertos del CDC, éste podría ser el caso de más de un millón de personas, que escaparían al recuento oficial de hospitalizados. Las autoridades de Estados Unidos esperan contar con entre 45 millones y 52 millones de vacunas contra la gripe A para mediados de octubre.

Un comité asesor de la Casa Blanca recomendó este mes que las primeras inyecciones se destinen a las mujeres embarazadas, trabajadores de la salud, niños mayores de seis meses, sus padres y adultos, y personas con enfermedades respiratorias y otros problemas médicos que las hacen más vulnerables.