La NASA vigila hoy restos de un cohete europeo Ariane que flotan en el espacio muy cerca de la Estación Espacial Internacional (EEI) y del transbordador Discovery, ante el peligro que existe de que llegue a colisionar con ellos.

Se espera que los restos del cohete se aproximen hasta unos 3 kilómetros del Discovery y de la EEI el viernes hacia las 15.00 horas GMT, por ello, los astronautas han iniciado los preparativos para desviarse de su ruta para evitarlo.

La NASA ha explicado que los restos del Ariane, de unos 19 metros cuadrados, orbitan en una elipse que alcanza casi 32.000 kilómetros, lo cual hace difícil vigilarlo.

El Discovery, con siete astronautas a bordo, y la EEI, con seis tripulantes, están acoplados desde el fin de semana pasado a 385 kilómetros de la Tierra y la orbitan a unos 27.000 kilómetros por hora.

La misión tiene programada para hoy la segunda jornada de labores extravehiculares, que debe comenzar a la hora 21:19 GMT y concluir a a las 03:49 GMT del viernes.

El cohete Ariane fue lanzado al espacio en agosto de 2006 para colocar en órbita dos satélites de comunicaciones.

El director de vuelos de la NASA, John McCullough dijo que este organismo tomará hoy una decisión sobre el rumbo del complejo espacial, pero ello no afectará la jornada de labor extravehicular.

El control de Misión, en el Centro Espacial Johnson, de Houston, Texas, informó anoche al comandante del Discovery, Rick Sturckow, de que si se necesita una maniobra para eludir el trozo de cohete, se realizará después que los dos astronautas retornen al interior de la nave.

Un escape detectado en uno de los pequeños propulsores del Discovery ha forzado a la NASA a mantener apagados los motores pequeños de la nave.

Los propulsores mayores son más poderosos y los ingenieros de la NASA han trabajado diligentemente esta semana para asegurarse de que el Discovery pueda encenderlos mientras está acoplado con la EEI.