Casi sin darnos cuenta, estudiando y trabajando a tope, se nos va junio de las manos; junio, cargado de exámenes y de ilusiones. Los que más estudiaron gozarán de sobresalientes y notables, y los que menos, se tendrán que conformar con un aprobadito o con un suspenso. Tendrán que combinar los baños de la playa con horas de estudio para -con mejor suerte-, aprobar en otra ocasión, aunque yo eso de la suerte no me lo creo. Si luchas por lo que quieres lo consigues sin ninguna duda, si te cruzas de brazos, la suerte pasa por ti y ni te mira.

La Tertulia Literaria Tagoror también ha terminado las visitas a los colegios de la Isla. Los niños y los profesores están entusiasmados con la idea que tuvimos hace ya algunos años de llevar la poesía a los colegios y descubrir que las musas rondan por los pupitres y pizarrones, puesto que hemos descubierto algún niño confeccionando sus primeros versos; igualmente nos han sorprendido recitando y, al menos por media hora, quedar clavaditos en su sitio oyendo y escuchando sin pestañear.

Pero aquí no queda todo, que los mayores también han terminado sus cursos de estudio, cada año con más ímpetu y mayor fuerza. En el Centro de Día Isidro Rodríguez Castro ya estamos organizando las excursiones de fin de temporada. Sin ir más lejos, el día 30 (martes) la clase de literatura se dará un garbeo cultural por La Orotava, acompañados por un guía, ofrecido por la Concejalía de Cultura de esa maravillosa villa.

Son muchos los actos que este centro ha llevado a cabo en el curso que termina, obras de teatro que se han ofrecido en varios centros de la isla; el grupo folklórico ha repartido su música con el mismo entusiasmo de siempre; se han impartido clases de informática, auspiciadas por La Caixa, la clase de literatura ha llevado la poesía a los centros de mayores y a la radio; se han presentado varios libros de poetas isleños, y en el mes de mayo se ha expuesto en una macroexposición todo el minucioso trabajo de los diversos talleres, que han reunido en estos meses, pintura, dibujo, timple, cestería, costura, etc., exposición que ha sido muy aplaudida por la gran cantidad de personas que la visitaron.

En estas clases sí que no hay ningún suspenso, porque se trabaja con toda la energía y la ilusión con que los años nos han premiado; hay que seguir sacando el jugo a la naranja de la vida y saborearla con la pasión de la que somos capaces. Decía Emma Godoy que "en la medida que hay espíritu, la ancianidad deja de ser un fantasma para ser una ardiente promesa"; o recordemos lo que dijo Cicerón: "Ningún hombre es tan viejo que no crea que no puede vivir otro año".

Hoy, gracias a estos centros de mayores, la vida se nos ha hecho un poco más llevadera, ya no estamos en una esquina de casa cual un mueble ya obsoleto -como hace muy pocos años-, sino que seguimos aprendiendo y tomando parte en los muchos placeres que aún podemos disfrutar, así le trabamos zancadilla a los problemas naturales que nos van dando los años.

Ahora llega el tiempo del descanso, de cambiar de aires, y encima nos llevamos la alegría de que nuestro Tenerife ondea en las alturas de Primera División, y además nos acompaña un clima de verano recién estrenado. ¿Qué más se puede pedir? Las cosas malas, que son muchas, no vamos a mencionarlas hoy. Que Dios reparta salud para todos y que volvamos a vernos en septiembre, que nos quedan muchas cosas por aprender y en el centro Isidro Rodríguez Castro hay una buena oferta que no podemos rechazar. Veremos si al regreso la crisis tiene las orejas más gachas y podemos comprar -como algunos- jugadores de noventa y cuatro millones de euros. ¡Feliz verano para todos!