Una testigo protegida, presente durante los hechos, reconoció hoy al acusado de matar a la dueña del pub Dessiré en Puertollano (Ciudad Real) en agosto de 2006 como autor del crimen, algo que negó el procesado reiteradamente.

Estas declaraciones tuvieron lugar en la primera sesión del juicio contra Juan Antonio F.B., de 23 años, para quien el fiscal pide 20 años de cárcel por los delitos de homicidio y robo con violencia e intimidación, que se celebra en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

La mujer describió que el joven iba vestido con un pantalón vaquero lavado y con una camiseta naranja y que tenía el pelo muy corto, salvo en la parte de la frente, en la que tenía un mechón teñido de amarrillo y fijado gomina.

La testigo, que declaró tras un biombo, miró por una de las ranuras de la tela y se reiteró en que el hombre que estaba en el banquillo de los acusados era el que había matado a la dueña del pub, en el que, en aquél momento, ella llevaba trabajando un mes.

En todo caso, la mujer no pudo concretar cuando el joven clavó la navaja que llevaba a la fallecida, ya que, dijo, cuando pudieron ocurrir los pinchazos, el hombre que, era más alto que ambas mujeres, se puso en medio y ella quedó a su espalda sin poder ver nada.

Por su parte, el acusado negó en todo momento que él hubiera sido el autor del crimen, que nunca había estado en ese local e insistió en que no recordaba donde podía estar la madrugada del asesinato, creyendo que podía estar en su casa durmiendo.

También negó que fuera un visitante habitual de la calle donde estaba el pub, en el que también se encuentran otros establecimientos parecidos y que, si ha ido alguna vez por allí, debía haber sido por una despedida de soltero o algo así.

El joven sí reconoció que, en el tiempo en que ocurrió el suceso, estaba un poco perdido en la vida y que era consumidor habitual de droga, en particular, de cocaína.

Según el escrito de acusaciones del fiscal, entre las 06.00 y las 07.00 horas del 6 de agosto de 2006, el acusado, con el ánimo de robar, intentó entrar en el pub, que ya se encontraba cerrado. Después de un cruce de palabras, se le abrió la puerta del local, en el que estaban la dueña y otra mujer, y entró en el mismo, sacando una navaja de considerables dimensiones con la que amenazó a la empleada pidiendo que le dieran todo lo que tuvieran de valor.

A continuación, la dueña, una mujer de origen colombiano, salió de detrás de la barra con un palo de madera, ante lo que el procesado dejó a la empleada y se fue hacía la propietaria, iniciándose un forcejeo en medio del cual le clavó tres veces la navaja en la zona del tórax, falleciendo la mujer sobre las 11.00 horas en el hospital.

A renglón seguido, instó a la empleada, que resultó con diferentes heridas en varias partes de su cuerpo, a que le diera dinero y cosas de valor, ante lo cual, la mujer le entregó un neceser y joyas que fueron valoradas en unos 660 euros, abandonando el local, seguidamente.