Ferrer murió en su domicilio acompañado por su esposa Anne, su hijo Moncho y su nuera Vushala, informó a Efe la portavoz de la Fundación Vicente Ferrer, Blanca Romañá. El filántropo catalán, que se encontraba en estado crítico, falleció a causa de una parada cardiorrespiratoria después de que en los últimos días su estado de salud se agravara.
"Los cooperantes y trabajadores lo están llevando con mucha serenidad, como hubiera sido el deseo de Vicente", añadió la portavoz de la fundación humanitaria.
Justo hace tres meses, Ferrer había sufrido una embolia por la que fue ingresado en un hospital de la cercana localidad de Vellore, donde permaneció varias semanas hasta que recibió el alta y volvió a su domicilio, en Anantapur, siempre en compañía de los más allegados.
La familia de Ferrer recibió las condolencias de los vecinos de la zona, que se desplazaron hasta la sede de la organización fundada por el filántropo catalán.
Centenares de residentes de los pueblos próximos a Anantapur, donde la organización lleva a cabo su labor humanitaria, han formado largas colas a las puertas del edificio, donde se ha instalado la capilla ardiente, para despedirse de Ferrer, que será enterrado el lunes en la misma Anantapur.
Romañá explicó que la labor iniciada por Vicente Ferrer "ha cambiado la vida de muchas personas" y que el cooperante llevó a cabo un "sacrificio integrador y no paternalista" que permitía que las personas beneficiadas se implicaran "en el proceso de cambio".
La fundación ha creado "una red de solidaridad entre los ciudadanos de los pueblos" y los 1.800 trabajadores indios de la organización y los 15 cooperantes españoles que trabajan en Anantapur continuarán con la labor humanitaria emprendida por Ferrer. "Erradicar la pobreza era el auténtico sueño de Vicente. Nuestro propósito es continuarlo", aseveró.
Vicente Ferrer llegó a La India en 1952 como misionero jesuita, y desde entonces llevó en este país su labor humanitaria, centrado en el estado meridional de Andhra, donde su Fundación presta ayuda a más de 2,5 millones de personas.
Instituciones y partidos políticos expresaron ayer su pesar por el fallecimiento de Ferrer. Los Reyes y los Príncipes de Asturias enviaron telegramas de pésame a la familia del cooperante, que fue galardonado en 1998 con el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia, y a la fundación que lleva su nombre.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, trasladó ayer su sentido pésame a los allegados a Vicente Ferrer y anunció que el presidente del Congreso, José Bono, representará a España en sus funerales. Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, elogió su "trabajo solidario y abnegado".