El proyecto Quijote complementará en los próximos meses al satélite "Planck" en su estudio para conocer el origen del Universo, según su director, Rafael Rebolo, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Rebolo explica que este proyecto, formado por dos telescopios que se ubicarán en el Observatorio del Teide (Tenerife), servirá para observar el fondo cósmico de microondas en frecuencias más bajas que las de "Planck", satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) que se lanzó al espacio el 14 de mayo.

Desde la Tierra, Quijote captará las microondas del fondo cósmico de radiación originado en los primeros instantes del Universo, y medirá su polarización -entre diez y treinta gigaherzios- con tanta precisión como el satélite "Planck" desde el espacio; esta información adicional desde la Tierra permitirá corregir mejor las contaminaciones producidas por la galaxia.

La polarización del fondo cósmico de microondas se vincula en los más recientes estudios teóricos con la generación de ondas gravitacionales en los primeros instantes de la historia del Universo, cuando éste se encontraba en una fase de expansión extraordinariamente acelerada.

Por medio de Quijote se pretende realizar los mapas más precisos que se puedan lograr en estos momentos sobre la polarización del fondo de microondas en una zona amplia del cielo, aproximadamente una cuarta parte.

Quijote es un proyecto liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias en el que colaboran, además, astrónomos y tecnólogos del Instituto de Física de Cantabria, de las universidades de Cantabria, Manchester y Cambridge y de la empresa bilbaína IDOM.

El astrónomo del IAC Ricardo Génova, también miembro del proyecto Quijote, detalla que el telescopio -cuya construcción ya ha finalizado- tiene cinco detectores de frecuencias a 11, 13, 17, 19 y 30 gigaherzios, de modo que con las cuatro primeras se estudiará la contaminación de microondas producida por la Vía Láctea, y con la última la radiación de origen cosmológico.

El segundo telescopio tendrá muchos más detectores a 30 gigaherzios con los que estudiar la radiación cosmológica, añadió Génova.

Hasta el momento ningún estudio ha detectado ondas gravitacionales, pero los estudios de púlsares realizados por el Premio Nobel J. Taylor señalan que son muy probables.

Agujeros negros

Según los expertos, las ondas gravitacionales están producidas en fenómenos muy energéticos, en las explosiones de supernovas, en la formación de agujeros negros o en la interacción entre estrellas de neutrones.

Para saber si hubo ondas gravitacionales en el origen del Universo es necesario investigar la polarización del fondo de microondas, no de los pocos vestigios que hay de aquella época.

En los próximos meses, Quijote se unirá a "Planck" en la búsqueda de ondas gravitacionales, después de que el satélite de la ESA se lanzara al espacio desde la Guayana Francesa.

El satélite "Planck" medirá las variaciones de la temperatura de la radiación en el origen del Universo. En su desarrollo han colaborado el Instituto de Física de Cantabria, la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad de Granada y el IAC, junto a otras entidades de Europa y Estados Unidos.

Al mismo tiempo que "Planck" fue puesto en órbita desde la Guayana Francesa el Observatorio Espacial Herschel, el primero en cubrir completamente el infrarrojo lejano y longitudes de onda submilimétricas. Su telescopio tiene el mayor espejo desplegado nunca en el espacio (tres metros y medio).