El Papa Benedicto XVI ha nombrado al sacerdote tinerfeño Juan Miguel Díaz Rodelas, de 59 años de edad, nuevo miembro de la Pontificia Comisión Bíblica, según ha informado la oficina de prensa del Vaticano. Díaz Rodelas ejerce su ministerio en la Archidiócesis de Valencia.

Juan Miguel Díaz Rodelas nació en el municipio tinerfeño de Arico en enero del año 1950 y cursó estudios de Humanidades y Filosofía en el seminario diocesano de Tenerife y de Teología en el Centro de Estudios Eclesiásticos de Valencia. Su ordenación como sacerdote se celebró en Onteniente en 1976.

El nuevo miembro de la Pontificia Comisión Bíblica es doctor en Ciencias Bíblicas desde 1993, así como profesor de la Facultad de Teología de Valencia, del Pontificio Instituto Juan Pablo II y del Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas, además de presidente de la Asociación Bíblica Española, que está integrada por más de tresciencientos profesores y especialistas en las Sagradas Escrituras. También ha sido director de la revista "Estudios Bíblicos" y ha desarrollado una amplia y dilatada actividad docente. Ha intervenido en numerosos congresos e impartido conferencias en muy distintos ámbitos.

La Pontificia Comisión Bíblica fue constituida por el Papa León XIII en el año 1902 con el objetivo de "promover eficazmente entre los católicos el estudio bíblico, contrastar con los medios científicos las opiniones erradas en materia de Sagrada Escritura y estudiar e iluminar las cuestiones debatidas y los problemas emergentes en campo bíblico", según las mismas fuentes.

Meses más tarde, San Pío X concedió a la Comisión Bíblica la facultad de conferir los grados académicos de licenciatura y doctorado en Ciencias Bíblicas

En el año 1971, el papa Pablo VI establecía nuevas normas para la organización y el funcionamiento de la Comisión Bíblica con el fin de que su actividad "resulte más fecunda para la Iglesia y mejor adaptada a la situación actual".

Desde entonces, sus miembros ya no son cardenales, asistidos por consultores, sino docentes de Ciencias Bíblicas "provenientes de varias escuelas y naciones, que se distingan por ciencia, prudencia y sentir católico respecto al Magisterio eclesiástico". La nueva Comisión Bíblica se convierte, así, en órgano consultivo, puesto al servicio del Magisterio y en conexión con la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo prefecto es también el presidente de la Comisión.