"No era necesario. Si querían alimentos nosotros se los dábamos. Roban a los pobres y no sé por qué". Esta es la reflexión del presidente del colectivo Unidos por Ti, Mario Infante, después de que el pasado día 2 entraran a la fuerza en la sede del barrio de La Salud, al lado de la iglesia Santiago Apóstol.

¿El resultado? La sustracción de 50 cajas de leche y 8 de aceite que iban a ser repartidos para las personas que más lo necesitan, ya sea las más de 400 personas con dificultad derivadas por el ayuntamiento o las más de 100 del barrio que acuden a Unidos por Ti para poder obtener una respuesta momentánea a situaciones difíciles.

A pesar de las intenciones, la realidad es que el robo de alimentos es una piedra en el camino, una marcha que a pesar de todo no se paralizará. "El día 10 tenemos reparto. Repartimos entre los más necesitados 5.000 kilos de alimentos procedentes de la Unión Europa. No había necesidad de esto", apuntó el afectado sobre la entrada en el local.

Relata que entraron en el mismo en la madrugada del día 2, coincidiendo con el Baile de Magos, explicando que "todavía no sé cómo pudieron entrar. Fue por la ventana, que no la rompieron, y cortaron una parte de la reja para poder acceder al interior dejando un hueco muy estrecho. Tampoco sé cómo abrieron la ventana".

"No era necesario hacer esto. Si querían alimentos nosotros se los dábamos. Roban a los pobres y no sé por qué. De lo que sí estoy seguro es que no es nadie de mi gente ni del barrio, porque ellos no lo permitirían y defienden la labor que hacemos. De aquí come mucha gente", apuntó para defender a sus colaboradores y a los vecinos, "que saben perfectamente qué labor hacemos", dijo.

Haciendo balance sobre este "atraco a la solidaridad", Mario aseguró que al final "se llevaron 50 cajas de leche y 8 cajas de aceite de oliva, que cada una de ellas tiene 10 unidades. No se dan cuenta. No me roban a mí, lo hacen a los pobres y encima destrozan locales que pagamos todos".

De lo que está seguro es que como mínimo fueron dos personas y al menos una de ellas de complexión débil "porque en condiciones normales no pasaría por el pequeño hueco que quedó en la reja. Tuvo que ser muy flaco".

No sale de su asombro por los acontecimientos, tachándolos de "una maldad" porque siempre ha estado dispuesto a dar a los que no tienen y a los que lo necesitan. "La gente sabe que no se los niego a nadie", aunque como consuelo añadió que "por lo menos no se lo llevaron todo, porque el próximo reparto es el domingo", dijo con cierto respiro.