Desesperada, por un lado, y defraudada, por otro. Así se mostró ayer Arlene Abreu Castillo, una taxista de Santa Cruz que, tras adquirir un vehículo nuevo el verano pasado, decidió adaptarlo para poder transportar en él a personas con movilidad reducida (PMR).

Para llevar a cabo la adaptación -la primera en las Islas de esas características-, que duró unos tres meses, Arlene adelantó el dinero de sus ahorros, unos 12.000 euros, pues existía el compromiso municipal de que el dinero se reembolsaría una vez finalizado el trabajo y entregadas las facturas.

Sin embargo, ocho meses después de que el coche saliera a la calle, en diciembre de 2016, esta profesional del transporte sigue sin recibir la ayuda que le corresponde del ayuntamiento, unos 10.000 euros. Los taxistas que se acojan a partir de ahora a estas ayudas sí las recibirán por adelantado.

"Pedí préstamos, de los que estoy pagando intereses altísimos, y hasta usé los ahorros que tenía para los estudios de mis hijos esperando que el dinero llegara en tiempo y forma. Pero nada de nada", lamentó ayer. "Me dijeron primero que para febrero, luego para abril... Y así hasta hoy -por ayer-. Acaba el mes de agosto y nosotros no tenemos la subvención".

"Quieren hacer un Santa Cruz accesible y, si bien esta administración ha prestado atención al taxi, ha quedado en eso, porque la parte burocrática se ha comido sus buenas intenciones", subrayó esta taxista, quien insistió en que para un profesional que adapte un coche esta situación es "insostenible".

"A los empleados no les duele, no les afecta; ellos cobran su sueldo a final de mes", reiteró Arlene Abreu, quien subrayó que no pudo matricular a su hijo en la universidad en julio al no haber recibido esa subvención del ayuntamiento. "Arriesgué mi patrimonio personal, y mira lo que me ha pasado".

La profesional del transporte aseguró que si algún compañero le pregunta ahora si es rentable adaptar un vehículo "no se lo recomendaría, tal y como están funcionando ahora mismo las cosas en la política".

En estos momentos hay cinco taxis adaptados prestando servicio en la capital. "Y no hay más por las burlas de la administración", aseveró Abreu, quien apuntó también que los taxistas con coche adaptado aún no han recibido la subvención de 3.000 euros, correspondiente a 2016, que les concede el consistorio para el mantenimiento de estos vehículos. "Y para la de 2017 ni siquiera está preparada la convocatoria", afirmó.