Los operarios que ejecutaban las obras de sustitución de los adoquines por asfalto en el entorno de la calle Ángel Guimerá acabaron ayer los trabajos, que habían comenzado el martes.

Esta es la segunda actuación de este tipo que se lleva a cabo en aquellas zonas en las que los bloques de piedra han ido quedando sueltos con el paso del tiempo, generando inseguridad tanto para conductores como para viandantes en muchos puntos de la ciudad.

La primera actuación de este tipo se había llevado a cabo, en agosto de 2016, en la avenida Bravo Murillo. Las obras se desarrollaron en el segmento comprendido entre las calles Charco de la Casona e Imeldo Serís y supusieron una inversión municipal de 84.276 euros.

El consistorio de La Laguna también ha procedido a ejecutar acciones similares en la ciudad.