Pasaban cinco minutos de las nueve de la mañana del pasado jueves. Una funcionaria se levantó para hacer una diligencia en el flamante edificio municipal del parque La Granja, la antigua discoteca KU. Una plancha del techo, de paja prensada y con un peso de unos veinte kilos, cae y le pasa rozando. "No la mató de casualidad". Lo dice el delegado de Prevención del Ayuntamiento de Santa Cruz denunciante y desencadenante del cierre, que se mantiene aún, de una instalación inaugurada el pasado septiembre.

"La filtración del agua de la lluvia en la zona de Atención al Contribuyente originó la caída en la zona de mayor altura, entre tres y cuatro metros, porque el piso está en pendiente", apunta la fuente, para añadir: "Puse una denuncia en Inspección de Trabajo para que cerraran porque no querían. De hecho, hasta las 14:30 estaba abierto, después de lo que pasó y con las salidas de emergencia bloqueadas con sacos de arena, como todas las del inmueble para impedir que entre el agua, ¿cómo hubiéramos evacuado a los compañeros discapacitados?".

"Hoy (por ayer) -continúa- le dicen a la gente que se acerca a la puerta que no hay electricidad ni funcionan los ordenadores, pero la oficina está cerrada y lo estará hasta que no haya plenas garantías para los trabajadores y se demuestre que es segura".

El viernes se hizo una inspección para comprobar que el problema se originó al accionar el aire acondicionado. "El agua buscó su camino, se ramificaron las humedades y eso provocó la caída".

El centro de La Granja reúne a unos 90 trabajadores en la OMIC, Población y Atención al Contribuyente, los servicios que tenían su sede en General Antequera.

Otros 230 funcionarios y laborales están ubicados en la sede del antiguo IES Hermanos García Cabrera en Ofra.

"Allí los problemas vienen, incluso, desde agosto de 2013 porque hay un vicio de construcción. Se averió un panel solar y empezó a caer un hilito de agua que se convirtió luego en una tromba porque se acumulaba en una superficie llena de callaos justo sobre la cabeza de mi compañero de mesa y de la mía. Esa grieta no se ha tapado", asegura el delegado.

"En tres ocasiones -concluye-, han caído los falsos techos. El pasado 19 de octubre, el jueves (se vino abajo lo arreglado) y hoy (por ayer) en la sala de informática, Protección de Datos y servicio médico".

Casualidad, mala suerte o las cosas mal hechas. Lo cierto es que el ciudadano carece del centro de atención municipal que merece.