El barrio de Añaza salió ayer a la calle, como ya ha hecho en varias ocasiones en su hsitoria, para reclamar "dignidad" para sus vecinos.

Con una manifestación plagada de pancartas en que se expresaban sus principales carencias y demandas, este barrio del Distrito Suroeste manifestó que no está dispuesto a renunciar a una mejor sanidad, servicios sociales y políticas de viviendas, ya que en la zona el paro ronda el 50% de la población.

La manifestación, que recorrió las principales avenidas del barrio, estaba convocada por la asociación de vecinos 8 de Marzo, cuyo presidente, Luis Celso García Guadalupe, manifestó que "el pueblo está a favor de que sigamos en esta línea", pues explicó que "nuestra lucha está a favor de un plan de empleo, combatir los altos índices de pobreza o exigir que el centro de salud abra las 24 horas", pues explicó que "han muerto vecinos por no contar con un servicio de urgencias que ahora sigue cerrado".

García Guadalupe señaló que la pérdida de servicios bajo la excusa de la crisis, "ha provocado que Añaza retroceda 25 años atrás, cuando este es un barrio reivindicativo, luchador y muy especial".

El dirigente vecinal señaló que esta manifestación obedece a la necesidad de movilizar a los vecinos para que se conozca "la grave situación en la que estamos", ya que señaló: "Añaza se está convirtiendo en una fábrica de exclusión social".

Tras esta acción reivindicativa, "el barrio no está dispuesto a bajar la guardia", pues Luis Celso añadió que "tenemos que ilusionarnos, porque los derechos se ganan en la calle".

Dijo que hay motivos para pensar de manera positiva, porque ya han habido respuestas a sus quejas, como la visita que ha solicitado el Cabildo para el próximo día 23 o la que se produjo con el alcalde.

Eva, que trabajaba en la ludoteca que ahora está cerrada, dijo que acudía a esta manifestación "para que se abra como prometió el alcalde hace una semana" y añadió que "el barrio debe apoyar más por lo que está sufriendo". Jonathan, un joven parado y discapacitado, señaló que "la situación aquí está fatal y hay que seguir luchando", mientras que Susi, desde detrás de una pancarta aseguraba que "hay recuperar lo que nos han quitado y que se nos atienda en nuestra lucha. Hacer ruido es la solución".