Por su nombre oficial, Antonio Pedro Serrano, solo lo llaman desde los bancos. Así se presenta el Canijo de Carmona, que junto a su chirigota actuó el pasado viernes en el teatro Guimerá en su "bautizo de Carnaval" oficial en Tenerife.

Nacido hace 45 años en Sevilla, al Canijo se le conoce desde 1998 en el Carnaval de Cádiz, si bien matiza que está vinculado a la fiesta desde 1983, cuando comenzó con solo 13 años. Siempre en el Falla. Este año, con su tipo "Contigo aprendí", fue cajonazo en el concurso, y ni siquiera pasó a la final cuando otros años ha ganado.

¿Se ha sentido extraño en el Carnaval de Cádiz por ser de Sevilla?

Hace muchos años, sí. Era un poco raro. Cuando llegué a Cádiz me encontré que Sevilla era la culpable de todos los males de Cádiz. Hoy en día eso ha cambiado mucho porque van muchas agrupaciones de Sevilla a Cádiz. Han venido muchas comparsas y donde se adquieren más contratos es en la misma Sevilla. Esa relación ha cambiado bastante. Eso no quiere decir que no haya talibanes, pero es la minoría, no es lo mismo que hace 20 años.

¿Salir del entorno de Cádiz les ha enseñado que el repertorio no debe ser tan local?

He intentado que el repertorio sea lo más entendido posible sin abandonar la parte local. En la parte humorística siempre quiero que lo entienda la máxima gente posible. Algunos puristas del Carnaval me dicen que si escribo para demasiada gente, para que me entienda todo el mundo, algo que me lo tomo como un halago.

¿Qué visión se tiene del Carnaval de Tenerife desde Cádiz?

Alguien me contó del origen del Carnaval de Tenerife por un barco que vino de Cádiz.

Bueno, eso lo cantó también la Cañonera este año...

Nosotros vemos el Carnaval de Tenerife como algo muy cercano a nosotros. Cádiz en sí, aunque no sea una isla, sí se considera en muchos aspectos, hasta por la forma en la que la une un pequeño istmo. Cádiz tiene a su Jerez como Tenerife tiene a sus canariones (se ríe). Tiene aspectos muy análogos que están presentes en las coplas, en la vida. También nos consideramos el sur del sur, y eso también lo tiene Canarias.

¿La murga se puede comparar con una chirigota?

Tiene una base parecida, aunque la murga tiene más gente y la chirigota menos, pero al final el espíritu es el mismo. Cuando escucho una murga parecen fragmentos de popurrí. Coges una música, le cambias la letra, le metes ironía, crítica social, local... Hay cosas que son muy análogas.

¿Podrían compartir concurso?

Creo que no, técnicamente son diferentes, como el tema instrumental o los componentes. Son otra historia y es bueno que sea así. De todas formas, a mí el Carnaval que me gusta es el de Río de Janeiro por las mulatas, no lo conozco aún y tengo ganas de conocerlo (se ríe).

¿Existe rivalidad entre chirigotas?

Entre chirigotas es más evidente quién es la mejor cada año. Hay un rollo mejor. En comparsas hay más rivalidad. Entre comparsas hay más rivalidad, más divergencias porque levanta más pasiones, entendido como un fanatismo.

Faly Pastrana, de La Cañonera, ha asegurado que la comparsa es la agrupación pobre del concurso en Cádiz.

No estoy de acuerdo. Cuando las comparsas punteras cantan en el Falla se llena y a los cinco minutos está extendido en las redes.

¿Conocieron a los Bambones, que visitaron Cádiz, el verano pasado?

Conocimos a los Bambones antes, en un congreso del Carnaval de Cádiz, en 2008, donde alguno fue a mi ensayo y comimos juntos, los invitamos y vieron los pasodobles que estábamos ensayando para el Falla, nos dieron dos o tres cosas de ellos, chapas y eso...

¿Verían con buenos ojos que gente relacionada con otras chirigotas esté en el jurado?

Me gustaría democratizar el veredicto, que fuera el pueblo quien eligiera a la ganadora.

¿Y cómo se hace eso?

Hoy en día si votan al mejor de Gran Hermano también pueden elegir al mejor del concurso de chirigotas. Hoy en día los medios están más que resueltos para hacer esas cosas. El tema va por ahí y es difícil de tergiversar y, si se hace así, gana la que más gusta a la gente, y eso es lo que yo quiero. Hoy en día el jurado son cinco componentes, pero no opinan todos los que están viendo el concurso. Hoy en día el patronato elige al presidente y este a los cinco componentes, y luego se quita la votación máxima y la mínima, y luego se hace la suma. Se dice que no se puntúa calidad sino que primero se elige al que va a ganar y después se calculan los puntos, eso se dice, y también es verdad que algún año se ha hecho así.