El Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó ayer un acuerdo mediante el que rechaza con rotundidad el drástico recorte al que se ha visto sometida la organización humanitaria Cáritas Diocesana, por parte del Gobierno de Canarias. La decisión, adoptada por la Junta de Gobierno Local, insta al Ejecutivo regional a reconsiderar tal recorte, por entender que supone un agravante a la delicada situación que está viviendo en estos momentos la capital y toda la Isla. En este sentido, el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, recordó que la organización ha venido sufriendo un importante descenso en la financiación otorgada por el Gobierno autónomo en estos últimos años, que afecta directamente a la continuidad de cinco proyectos muy significativos para la ciudad. "Se trata del proyecto Ben; el Centro de Día Materno Infantil Chaxiraxi; el piso puente Atacaite; la casa de acogida Ataicate, en funcionamiento desde 1992, y el proyecto Lázaro, un centro para personas sin hogar enfermas de sida único en Canarias, con 12 plazas en la actualidad", explicó el primer edil. Además, Bermúdez añadió que "muchos de ellos tendrán que cerrar y otros se verán sometidos a una reestructuración en profundidad."