La ONG Anaga Sonrisas Canarias tenía de plazo hasta ayer, martes, para abandonar voluntariamente el local que ocupa en la calle José Baltán del capitalino barrio de Valleseco, conforme al expediente de desahucio administrativo instruido por la Consejería de Educación el pasado mes de diciembre.

Coincidiendo con este plazo, esta organización, que en la actualidad reparte alimentos a más de 78.000 personas de Santa Cruz y del resto de la Isla con necesidades, no solo no abandonó el local, sino que presentó un recurso en el que expresó su voluntad de seguir prestando este servicio.

Luis Febles, responsable de esta ONG, señaló que en esta vía administrativa ha presentado una serie de alegaciones por las cuales se niegan a abandonar estas instalaciones, entre las que destaca "el acuerdo plenario de junio de 2010 que, por unanimidad, decidió la desafectación del local para el uso de nuestra organización o de otras instituciones".

No obstante, indicó que desde dicho acuerdo no se había producido pronunciamiento alguno desde la Consejería de Educación, pero remarcó que en junio de 2012 el concejal de Hacienda, Alberto Bernabé, firmó un decreto en el que se decidía mantener a disposición de Educación el denominado Centro de Formación de Adultos (Valleseco), que es propiedad municipal.

A pesar de que la Consejería de Educación haya iniciado el expediente administrativo "ante la ocupación irregular y sin título de las instalaciones", Febles remarcó que "nosotros no somos unos okupas", pues recordó que por parte de esta administración se les cedió el local de manera verbal, una vez que en febrero de 2010 se les inundó el garaje familiar que usaban para el reparto de alimentos a los más necesitados.

La asociación Anaga Sonrisas Canarias ha dado de comer cada año a más de 78.000 personas, por lo que Luis Febles advirtió de que, "por carácter humanitario y por motivos sociales, no vamos a cerrar y dejar abandonadas a tantas familias".