Fidel Coello no quiere ser diferente a los demás taxistas de Santa Cruz pero su vida lo es. Su mujer, de 48 años, padece esquizofrenia desde hace 11 años y no puede estar sola. Ya cuenta en su haber once intentos de suicidio; por las mañanas está acompañada de su madre, mientras que por las noches es Fidel quien se ocupa de mantenerla segura y ahuyentar las voces que la torturan.

El problema es que hoy empieza la prueba del sistema de turnos rotatorios de los taxistas, por el que les tocará trabajar una semana de tarde de cada tres. El 31 de octubre pasado, Fidel expuso su caso al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde exponía su caso y pedía "una urgente solución". Les adjuntaba un informe médico de un psiquiatra en el que advierte que, de empezar Fidel el turno de noche, "daría lugar a una descompensación de la enfermedad de su mujer, con grave riesgo para la vida de la paciente".

Hasta ayer, Fidel no ha obtenido ninguna respuesta, pero hoy comienza el sistema de turnos. Él explica que pasará a primera hora por el consistorio para pedir una respuesta, pero que si no él trabajará 12 horas por la mañana y se irá a casa.

Por todo esto, este taxista (al que le correspondería por número de licencia la letra B) pide que se haga una excepción con su caso y que se le busque una alternativa para poder mantener su negocio y su familia.

Fidel explica que cuando presentó su petición habló con la abogada del consistorio, la que le avanzó que este respondería en tiempo y forma. Cualquier administración pública tiene un plazo de tres meses naturales para contestar a una petición o escrito, que se cumpliría, en el caso de este taxista, a finales de este mes.

A pesar de saber esto, él pide una solución para su caso antes y explica que esta abierto a cualquier negociación.

Con el anterior sistema que se probó, el del día de parada, Fidel no puso inconvenientes, puesto que aprovechaba para estar con su mujer y darle el día libre a su suegra, que es la que normalmente se encarga de su cuidado.

"Mi mujer ha pasado siete tribunales médicos y está dada por incapaz para trabajar", detalla, para ilustrar la gravedad de su situación. También ha estado ingresada en la unidad de Psiquiatría del hospital de la Candelaria "por orden del juez". "Yo nunca he querido ingresarla", apostilla.

"Yo no quiero que se me trate mejor que nadie", dice, para añadir que él eligió ser autónomo y taxista por la flexibilidad, debido al problema que tiene.

Fidel está dispuesto a ir a la vía judicial si es necesario, pero antes necesita tener algún tipo de respuesta, afirmativa o negativa, del consistorio.

Por su parte, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife informó ayer de que este asunto estaba en manos del servicio jurídico, que lo estaba estudiando para buscar una solución.

"Yo le dije a la abogada alguien se tiene que hacer responsable de la vida de mi mujer". Fidel afirma que es él el único que puede hacerse cargo de esa dura tarea.