Fueron necesarios ocho días -y que la mayoría de los aficionados cobraran su salario- para que Fiestas vendiera a través de Cajasiete las entradas de la gran final del murgas del Carnaval que se celebrará en el recinto ferial el viernes 1 de febrero. Atrás quedaron aquellos titulares de "Vendido el papel en 90 minutos" o "Ni los Rolling Stones". La crisis también pasa factura, aunque habría que analizar si 10 euros es mucho dinero por ver a los ocho grupos mejores o si la crisis es económica y también de formato de concurso.

Los datos facilitados ayer por Cajasiete desvelan detalles curiosos, como que en los primeros minutos desde que se abrió la taquilla virtual de cajasiete.es, el pasado 27 de diciembre, se superó la cifra de mil personas que compraban de forma simultánea sus localidades. Más llamativo resulta saber, gracias al sistema informático de Cajasiete, que las entradas se han adquirido desde más de 20 provincias, lo que pone de manifiesto el interés del evento.

Con las entradas de la final ya agotadas en internet, solo quedan tres opciones: ir a la taquilla del recinto ferial para intentar hacerse con alguna de las pocas que se pondrán a la venta el próximo día 10, adquirir el bono murguero, también por internet, que garantiza fase y final, o intentar la compra en alguna murga, especialmente si es finalista. En este sentido, el edil de Fiestas se reunió con los murgueros anoche y les informó de que todas las entradas de la final serán pagadas y que tiene previsto 75 para las no finalistas y 200 para las ocho mejores. A propuesta de las murgas participantes, Fiestas se comprometió a estudiar si a las no finalistas les da para vender 100 y a las finalistas, 175. También quedó pendiente la posibilidad de establecer precios más económicos solo para murgueros -5 o 6 euros-, una remota posibilidad.