El concejal de Hacienda y Patrimonio de Santa Cruz, Alberto Bernabé, indicó ayer a EL DÍA que, de la evolución económica municipal y de la liquidación definitiva de las cuentas de 2011, se desprende la más que probable situación de estabilidad presupuestaria, lo que se traducirá en un margen de endeudamiento del que, hasta ahora, carecía el consistorio.

Bernabé subraya que la corporación local sí cumplía en los últimos tiempos el ratio relativo al ahorro neto y el remanente líquido de tesorería, que resultaban positivos. Sin embargo, se incumplía la parte de la estabilidad presupuestaria, lo que encorsetaba o impedía al ayuntamiento acudir a nuevos créditos o deuda.

Con los datos que maneja el gobierno de la liquidación, y con otros sobre la recaudación (que a 20 de abril, y en el periodo voluntario, había supuesto un aumento del 10%, hasta los 44 millones de euros), Bernabé se muestra optimista sobre las arcas locales a corto y medio plazo y espera también que la liquidación de 2012 confirme el próximo año esta mejoría. Eso sí, advierte de las consecuencias para el consistorio que tiene el aumento del 5 al 7% del IGIC, aunque aclara que, en ningún caso, supondrá nuevos recortes. Lo que sí anuncia son posibles cambios a la baja en muchos contratos por este motivo.

Como este año, el edil espera aprobar el presupuesto de 2013 en enero. Aunque sus características y cifras dependen aún de la recaudación del Estado y de las aportaciones regionales y otras, confía en confirmar la senda de la estabilidad.

Sobre la paga de Navidad de los funcionarios, considera que una buena salida es que se reduzca durante cada mensualidad de 2013, de manera que se minimice un perjuicio económico que, de todos modos, ya se ha hecho por anunciarlo con tanta antelación.