Vecinos y usuarios de la plaza Weyler mostraron ayer su malestar por el estado en el que se encuentra el pavimento del céntrico espacio, uno de los más emblemáticos y transitados de Santa Cruz y que consideran que "necesita urgentemente un acondicionamiento".

Lo cierto es que en todo el ámbito de la plaza se aprecia o el hundimiento de las losetas de piedra o el desgaste de su superficie, lo que hace que el suelo sea bastante irregular y haya costado algún que otro susto para los peatones. En este sentido, el último episodio se produjo el pasado viernes cuando un chico "de unos 20 o 25 años se cayó al suelo en una zona que se encontraba bastante irregular. De inmediato las personas que se encontraban alrededor le prestaron auxilio, aunque no implicó que los servicios de emergencia se desplazaran hasta la plaza Weyler.

Señalan que no es la única vez que ha ocurrido una situación como esta y que es muy frecuente ver gente en el suelo porque el suelo es inestable y lo peor de todo es que es un lugar muy transitado por personas de todas las edades.

Sin ir más lejos la parada del tranvía se encuentra en el medio de la avenida Ángel Guimerá, en un lateral de la plaza, y en la prolongación de la calle Callao de Lima, por debajo, existe una parada de taxis, lo que hace de este espacio un eje importante del transporte metropolitano (está también previsto que haya otra parada de tranvía en dirección a la calle Méndez Núñez), al margen de estar en la cabecera de la calle más comercial.

Enclave con historia.- La plaza debe su nombre al general Valeriano Weyler, que fue capitán general de Canarias, bajo cuyo mando se construyó el edificio de Capitanía General de Canarias, que se encuentra frente al enclave. Se construyó en 1893 tras ser promovida por el propio ayuntamiento de Santa Cruz y la propia Capitanía y cuenta con una fuente central de mármol de carrara que la propia corporación local encargó en Génova (Italia) durante el mandato del alcalde Pedro Schwartz y Mattos (1897-1899).

La fuente corona la plaza y se accede a ella por cuatro pasillos dispuestos en diagonal y justamente estos accesos son los que se encuentran por partes deteriorados y son objeto de quejas de los vecinos y usuarios de la plaza.

Tránsito peligroso.- Una de las denunciantes, residente en la calle Juan Pablo II y usuaria de la cafetería de la propia plaza, explicó que "es normal que se vea a personas caerse en la plaza al pasar. Solo tiene que ser capaz de estar en la terraza unas horas para comprobar que casi todos los días alguien se cae, independientemente de la edad que tenga. Hace unas semanas le pasó a una turista y una de las empleadas del bar la auxilió", dijo.

Pidió que se reponga y acondicione la piedra del suelo, "sobre todo las que están en mal estado", y aseguró que la gente, "al fin y al cabo, es boba porque la responsabilidad es del ayuntamiento de Santa Cruz por no tener en condiciones el espacio. Los que se caen deberían denunciar porque si no, las cosas continuarán tal y como están y ahora más porque no tienen ni una perra. Los jardines están bien, bonitos y la plaza en general también está limpia, pero el suelo es un desastre".

Un trabajador de una entidad bancaria cercana a la plaza criticó "el mantenimiento que lleva a cabo el ayuntamiento con sus infraestructuras porque no las cuida. Si las cuidara no se llegaría a la situación imperiosa de remodelar todo el suelo, como es en este caso. Da la sensación de que no existen inspecciones, que no hay técnicos en la calle que detecten este tipo de cosas y más en una zona tan transitada. Pagamos impuestos y creo que son para corregir cosas como estas, entre otras cosas".