La AAVV Ramarim, colectivo vecinal radicado en el populoso barrio de Miramar, reclamó ayer la implicación del ayuntamiento para el desarrollo de talleres y cursos formativos para abastecer la gran de demanda existente por parte de los vecinos empadronados que viven allí y que se encuentran en situación de desempleo. En este sentido, el colectivo vecinal estima que el 40 por ciento de los residentes del barrio se encuentran en esta situación, algo que considera "preocupante" teniendo como referencia que durante los tres primeros meses del año la asociación ha repartido 10.000 kilos de alimentos entre vecinos y demandantes.

Sobre ello, el presidente del movimiento vecinal, Guillermo Alonso, explicó que uno de los grandes problemas que existen en el barrio es precisamente el desempleo, que con el desarrollo de la crisis durante los últimos años ha experimentado un aumento importante. Consideró entonces fundamental que por parte del ayuntamiento de Santa Cruz, a través del Servicio Canario de Empleo (SCE), se impartan cursos formativos para abrir en lo posible las expectativas de un empleo.

Alonso resaltó la especial incidencia del paro que existe en el barrio "un problema que genera que muchas familias lo estén pasando realmente mal en estos tiempos que corren y que a lo mejor gracias a la ayuda que se le presta de la asociación y desde el Banco de Alimentos pueden llevar algo de comer a casa".

"No lo decimos nosotros, sino que es una realidad social que asusta. Hay mucha gente que está en edad laboral que no trabaja desde hace ya unos años y no ve expectativas de futuro tal y como están las cosas. El desespero de muchos de ellos hace que estén en la calle prácticamente derrotados por no poder conseguir un trabajo, sobre todo los más jóvenes que ya optan por ocupar cualquier rincón del barrio a la espera de unas buenas noticias que nunca llegan", indicó.

El titular de la AAVV Ramarim reconoció haber recabado datos para sustentar sus demandas para que en base a ello poder reclamar planes formativos para que los vecinos puedan tener una salida laboral.

Estos datos revelan que en actualidad el barrio tiene censadas 1.941 personas (datos del censo a 1 de enero de 2010), de las que 1.014 son mujeres y 927 hombres y entre ellos a su vez, 243 menores entre niños y niñas. Según sus datos, la pobreza primaria (la correspondiente a personas con ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas) alcanzan las 1.165, que son el 60% de los residentes, "uno de los datos que más nos preocupa porque todo parte de los ingresos y si no hay trabajo no hay dinero".

Por otra parte fue claro a la hora de hablar específicamente sobre el paro y no de los datos igual de preocupantes antes dados y en base a los mismos se sugiere que el 40% de los residentes (esto es 502 personas de las 1.941 totales) no tiene un trabajo a pesar de moverse en un horquilla de edad de entre los 18 y los 65 años de edad, justamente el correspondiente a la vida laboral de las personas.

Encontrar un trabajo

Guillermo Alonso explicó que "lo que realmente nos dicen nuestros datos es que se hace esencial que se formen a los desempleados del barrio para que puedan tener más posibilidades de encontrar un trabajo. Con ello se aliviaría la situación de muchas familias que tienen a todos sus miembros mayores en paro, que aquí son muchos".

"Al final no puedes quedarte impasible ante los problemas sociales que abordamos. Pasa mucha gente diariamente por la sede de la asociación para recoger su bolsa de alimentos y una grandísima mayoría de estas personas se encuentran en una situación límite porque no tiene trabajo, tiene familia que alimentar y no tiene con qué comer. Por eso el estar formado para conseguir un trabajo en la época en la que estamos es clave", resaltó.

Sobre ello destacó como apunte orientativo que "durante los tres primeros meses del año la AAVV Ramarim repartió más de 10.000 kilos de alimentos entre las personas más necesitadas, lo que hace una media de entre 500 o 600 personas que mensualmente se acercan a la sede para minimizar los efectos de la crisis. Es una gran desgracia. Si no hay trabajo, no hay ingresos y si no hay ingresos las familias se ven abocadas a una situación muy peligrosa", dijo para concluir el responsable de la AAVV Ramarim.