Nos dicen que Santa Cruz se ha convertido en una ciudad de cruceristas que son, sobre todo, extranjeros. Y, de hecho, el viernes llegaron a la capital chicharrera el "Thomson Destiny" y "La Belle de l''Adriatique", con un movimiento de personas entre embarque y desembarque de 2.200 en el primero y de 370 en el segundo.

Así, el viernes el paisaje de la ciudad se veía salpicado de turistas, esa raza de humanos que se diferencian de los de la tierra en que calzan cholas con calcetines y llevan ropa de verano, aunque los demás creamos que hace un poco de pelete para ir tan fresco.

Lo primero que se encuentran los cruceristas cuando bajan del barco es una línea azul que les marca el camino que tienen que recorrer para salir del puerto. Las obras de la Vía Litoral han hecho que ahora la línea azul los lleve a una salida a la ciudad a la altura de donde atraca el Fred Olsen. Justo cuando termina la línea azul, unas letras amarillas en la calzada les indican "City center" a la izquierda. También se encuentran una caseta del Centro de Iniciativas Turísticas que oferta planos en varios idiomas al precio de dos euros.

Planos pagados y gratis

Sin embargo, si los turistas caminan un poco más consiguen planos gratuitos en el punto de información turística que el Cabildo tiene en la plaza de España.

Muchos de ellos, plano en mano, aprovechan para sentarse en los bancos de la plaza y tomar el sol.

Es el caso de Daniel y Nora, turistas ingleses que dicen que el plano es de mucha ayuda. Mientras descansan en uno de estos bancos, explican que van a ir a "Corte El Inglés", que les gusta mucho este centro comercial y que ya han estado en el dePalma de Mallorca y el de Madrid.

Cuando se les pregunta si piensan visitar algún monumento o la iglesia de La Concepción se quedan callados por un segundo. "Yo me voy a quedar un rato sentada aquí, disfrutando del sol", dice Nora, que repite varias veces "the weather in London is awful, horrible" ("el tiempo en Londres es horroroso"). "El cielo está fantástico", añade.

Los cruceristas parecen no disponer de mucho tiempo para visitar la ciudad, ya que muchos de ellos vuelven al barco a media mañana o te explican que tienen dos horas para recorrer la ciudad antes de coger un avión de vuelta a su hogar a las tres de la tarde.

Éste es el caso de otra pareja de turistas británicos que reconocen que es su primera vez en Santa Cruz de Tenerife, aunque ya han estado en años anteriores en Los Cristianos, Las Américas, Puerto de La Cruz y la isla de Lanzarote.

La mayoría son jubilados y algunos rechazan hablar con este periódico alegando que tienen prisa o, tal vez, creyendo que tratamos de venderles algo.

No es el caso de Terence, Sondya, Mandy, Steve, que comentan que van a dar una vuelta por la ciudad caminando, pero que no van a coger la guagua turística porque tienen que estar a las dos en el barco. También estudian el plano en un banco de la plaza de España al sol. El clima les entusiasma. De hecho, Terence asegura que en el Reino Unido están a cuatro grados.

En la plaza de La Candelaria, los cruceristas se encuentran con el edificio Simón (1931), que está protegido, rodeado de andamios, ya que se va a iniciar una reforma del inmueble.

Afea el paseo que los contenedores enterrados de la calle Valentín Sanz estén, desde primera hora de la mañana, con bolsas de basura fuera. Es el caso del de papel de la parte de la vía que conecta con la plaza del Príncipe y del de basura orgánica que hace esquina con Imeldo Serís.

Varios artistas callejeros agradecen las colaboraciones con carteles en varios idiomas para los turistas

Por La Recova

En La Recova, José Acevedo guía a un grupo de turistas alemanes por las entrañas del mercado. Se trata de visitantes de varios hoteles de Puerto de la Cruz a los que se les oferta una excursión de un día. "Les enseñamos parte de Santa Cruz, el parque García Sanabria, las Ramblas, la plaza de España...". Llegan hasta Taganana con esta excursión.

Si se le pregunta cómo piensa él que está Santa Cruz reconoce que hay otros lugares que no se pueden visitar. "La ciudad la hipotecaron los políticos con sus problemas", opina.

Por la calle del Castillo también paseaba otro grupo de turistas, esta vez peninsulares, de la mano de la agencia Novotour. Se trata de una excursión de mediodía, según explicó la guía, que abarca un recorrido por la zona más antigua de Santa Cruz.

Sobre el estado en el que se encuentra la ciudad, reconoce que "hay cosas interesantes" que no todo es irse de tiendas. Menciona el Museo de la Naturaleza y el Hombre, donde se puede pasar "un rato agradable".

Los turistas que no llevan guía parecen más despistados y lo mismo hacen fotos a una grúa abandonada que se encuentran al salir del puerto que al Casino de la plaza de España.

Muchos hacen su primera compra en los quioscos de la zona, donde adquieren un rotativo de su tierra natal. La lectura del periódico se hace siempre en un banco o en una terraza, con la condición indispensables de tener tendido de sol. Así los foráneos se dejan acariciar por los rayos del único factor que no depende de la gestión de la ciudad, sino del buen clima que se disfruta durante casi todo el año.