José Manuel Bermúdez, candidato a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife por Coalición Canaria (CC), parece que está en todas partes. Su equipo dice que le faltan, tal vez, dos barrios de la capital por visitar, pero que a algunos ya ha ido por segunda vez.

Este viernes y el sábado por la mañana le tocó a El Toscal, un barrio céntrico pero que siente que lleva esperando demasiado por un Plan Especial que adecente el conjunto histórico. Así, las necesidades de la zona más mencionadas al candidato eran la limpieza y la dinamización de la zona. Una dependienta de un horno de pan le explicaba al candidato: "Aquí, los domingos, es aburrirte totalmente".

La visita del viernes comenzó en la Casa Pisaca, en un taller de pintura. Bermúdez estuvo arropado por otras personas de su lista, como Ángela Mena o Fernando Ballesteros (CCN), y otras caras conocidas como Ana Oramas y Marisa Zamora.

A diferencia del candidato del PSOE Julio Pérez, Bermúdez no reparte ninguna tarjeta ni panfleto. De eso se ocupan dos o tres personas de su equipo. Él debe tener las manos libres para abrazar, estrechar manos y mostrarse cercano. Y lo hace con naturalidad. Lo mismo escucha a una señora contarle que le han operado de cadera y ha quedado un poco tocada que las explicaciones sobre que los dueños de los perros no recogen sus excrementos.

"Me presento a alcalde de Santa Cruz. Me llamo José Manuel Bermúdez" es su entrada. A las mujeres siempre o casi siempre les da dos besos. "Nadie me va a ganar a estar en más sitios con más gente", "voy a intentar estar en todos los comercios, quiero ser un alcalde cercano" y "cuenta conmigo" son sus frases estrella. Esta última forma parte de su campaña y suele colarla después de que alguien le exponga un problema de barrio. "Cuenta conmigo para solucionarlo", dice, y al que recibe este comentario se le dibuja una sonrisa en la cara de satisfacción.

Sin embargo, el cara a cara no está exento de riesgos. A pesar de que la visita siempre está planificada y de que muchos comerciantes o asociaciones de vecinos son avisadas del paso del candidato, no todos están contentos ni se contentan con una frase hecha.

El viernes le ocurrió a José Manuel Bermúdez en El Toscal. Al entrar en un comercio de la calle de La Rosa, el dueño le indicó que no quería cámaras. La televisión autonómica, el periódico EL DÍA y el fotógrafo de campaña salieron. Pero el candidato de CC se quedó a escuchar el motivo del enfado del comerciante. Éste no era otro que el Plan General de Ordenación (PGO), ya que parte del edificio donde reside su familia está fuera de ordenación. Una líder vecinal que acompañaba a la comitiva del candidato espetó al comerciante: "No seas egoísta". Pero el propio candidato intercedió por él: "No, no, está defendiendo lo suyo".

En las distancias cortas (y tensas) es cuando un líder político tiene que dar la talla y José Manuel Bermúdez salió bastante airoso del trance. "A mí me estás conociendo ahora", dijo en uno de los momentos, para recordar que nunca ha sido alcalde y tiene muchos planes para la ciudad y sus vecinos. Ana Oramas, que fue durante años vecina del barrio, le echó un capote y explicó al airado comerciante que el candidato de CC iba a contratar al mismo arquitecto responsable del arreglo del centro histórico de La Laguna.

Aún así, el comerciante contraatacó: "Si vienen cuatro turistas aquí, qué les vas a enseñar, esa casa", y señaló una de las casas abandonadas de El Toscal. Ángela Mena también estaba en el local, pero callada y en segundo plano.

Bermúdez recordó que el arreglo del barrio de El Toscal era un "compromiso" y, al final, la despedida fue más cordial. El comerciante recordó: "Yo a Zerolo no lo he visto por aquí", y añadió: "Tengo que aprovechar a decir estas cosas cuando pasáis por el barrio".

No fue un trance grato, pero es parte del juego democrático. Los candidatos pueden tomar el pulso al nivel de desencanto de los vecinos. En el caso de El Toscal, llevan décadas esperando por la rehabilitación de su barrio y eso se tiene que notar.

El resto de la visita (de cerca de dos horas) transcurrió con tranquilidad. Pero queda la impresión de que, en ocasiones, ser candidato no es una tarea fácil.