La gala de elección de la reina del Carnaval fue un quiero y no puedo. Un homenaje al Carnaval propio de un documental de 60 minutos, justo el tiempo que duró la obertura, pero llegó a empalagar y hasta a marear con tanto desorden de grupos. El objetivo del director del espectáculo, Sergio García, parecía que sólo era mantener lleno siempre el escenario. Daba lo mismo cómo, pero gente. Salieron las murgas infantiles, luego las adultas, y luego salieron otra vez las murgas adultas. Y mucho desfile. Entierro de la sardina. Gente. Coso. Gente. Cabalgata. Gente. Y después del documental inicial, comenzó el desfile de las aspirantes. Siempre con el mismo formato de Sergio García. O sea, bloque de tres aspirantes: las reinas de Stras Stilistas, de Jonathan Suárez, con un sensacional fantasía, muy comparsera, de homenaje a Manolo Monzón, "el padre de las comparsas"; luego la representante de EL DÍA, con una apuesta arriesgada, con un traje superelegante, de estructura novedosa, un envite a cuantos se atrevieron a reciclar, y cerrando el bloque, la representante de Sumi- nistros y Servicios Seleca, de Alberto González Báez. En cuarto lugar, la representante de Redetel Telefonía, de Juan Carlos Armas; y en quinto, la del Tranvía. El diseño de esta joven, obra de Santi Castro, traía regalo incorporado.

Si Santi Castro ha hecho historia por sacar trajes de reinas con dos caras, en esta oportunidad subió a su reina con la fantasía "Cabaret" y un bailarín. Y luego, al término del primer bloque… sorpresa. Más gente: agrupaciones musicales.

Después, segundo pase de aspirantes, de la mano de las representantes de Tiendas Willy Jorge, grupo Número 1; Floristería Tin y Biservicus. La sorpresa de este bloque la protagonizó la aspirante del Grupo Número 1, con una creación de Miguel Ángel Castilla. Él no sabría si iban a coronar reina, pero lo que sí hizo fue introducir un mecanismo por el que desde el traje, muy español, con vuvuzelas, salió de la parte más alta de la fantasía la copa del mundial. Bueno, una réplica, claro. Si el primer bloque fue de cinco aspirantes, el segundo estuvo formado por cuatro jóvenes. Y luego, gente: Azahar, Bohemios.

Tercer bloque de aspirantes. Lo inició la representante de la comparsa de Bahía Bahitiare. Ella iba acompañada, no por un bailarín, como la representante del Tranvía, sino por casi una decena de serpientes que integraban la creación de Zara Díaz Mendoza para su grupo. Seguiría la representante del Centro Comercial Todogar, con la que se estrenaron este año como diseñadores Cavi Lladó. Casi, casi queda descalificada porque por delante iba la aspirante y, por detrás… un maniquí, que no cuenta. Y siguió en este bloque, a galope de dos caballos, la representante de Lavandería Mara y Estación de Servicios El Mirador, un diseño de Sedomir Rodríguez de la Sierra. Siguió en el bloque la representante de la Peña Salamanca, con un diseño de Alfonso Baute y David Hernández tipo damero, en blanco y negro.

Quedaban todavía cuatro representantes por salir al escenario, y la gala ya superaba las dos horas y media de duración. Sin duda, el director del festival, Sergio García, no faltó a la verdad cuando, en su habitual salutación al público antes de comenzar el espectáculo, anunció que sería la gala más larga de la historia. Eso sí, dijo que valía la pena porque era el homenaje al maestro. En total, fueron cuatro horas de documental de Enrique, entierro de la sardina, coso, cabalgata y... gente. Mucha gente.

Y para variar, al término del tercer bloque de aspirantes, más gente. En esta oportunidad parece que se animaba la velada. Y parecía un poco más ordenada. En escena, Joroperos, doblete de primeros de Presentación e Interpretación. En el cuarto bloque de aspirantes abrió el desfile la representante del Centro Comercial Meridiano, la número 14 en salir al escenario, con un diseño de Saliarca Creativos (Santi Castro y su equipo), también acompañada por otro animalito. Le siguió la joven patrocinada por Suan Chill NTM Digital y JT Asesores de Imagen, creación de Alfonso Baute, una chica que parecía una muñeca de porcelana, tanto por el maquillaje como porque después, por detrás, parecía que funcionaba a cuerda. Porque el zapato de tacón el diseñador se lo puso detrás sobre un cojín.

El equipo del creador tuvo que salir en auxilio de la joven porque las ruedas de su traje quedaron trabadas en la pantalla led que estaba colocada justo en medio del escenario, delante de la puerta de acceso por donde entraban y salían las "niñas".

Siguió la representante de La Opinión, periódico que se estrena en esta edición. Su creador, Willy Jorge, le quitó protagonismo al impacto de "Cabaret". Si Santi Castro sacó a un bailarín, Willy Jorge puso en escena a cuatro que, con la coreografía que también hacía la joven, formaba un conjunto de cinco bailarines en escena. La incorporación de estos "acompañantes", tanto en el caso de la representante del tranvía como de La Opinión, trae al recuerdo el show que se montan en la gala drag. Sólo falta que un día la representante salga del traje y se ponga también a bailar. La de La Opinión, como ocurriera con el "traje de dos caras" de Santi Castro, entró de espaldas para luego intentar sorprender con su fantasía. Y llegó la última aspirante de la noche, que suponía el estreno de Juan Vidal entre los diseñadores de Santa Cruz. Acompañada por un cisne negro, su traje echó fuego de dos antorchas incorporadas en la parte delantera. Otra innovación más. Sólo faltaban los Diablos Locos.

Terminaba así el desfile de aspirantes. Y para variar, más gente. Actuación del grupo coreográfico Loly Pérez. Pareció que el director de la gala puso un poco de cordura, u orden, y actuó la Ni Fú-Ni Fá, que estrenó la fantasía de este año. Interpretaron un temita dedicado a los canariones y su despedida. Y luego, la agrupación musical Siboney, Chaxiraxi y Salsabor, la agrupación de murgueros que triunfó en el Carnaval como grupo.

Y en ese momento, la primera actuación de murga, sin ser la Ni Fú-Ni Fá. Intervinieron los chicos de Josechu Álvarez, La Traviata. La murga de El Toscal criticó a la sociedad plástica y artificial que se deja encantar por los atractivos tipo Belén Esteban o "La Noria". Y de La Traviata, de nuevo, a Loli Pérez, Echeyde… Y segunda actuación de murgas sin ser de la Ni Fú-Ni Fá, Diablos Locos con "Los Canteritos", la respuesta a "Los Teresitos", de Serenquenquenes. Es el primer premio de Interpretación. Lo más aplaudido por el público, su referencia a que en los socavones que hay en las carreteras "caben hasta los huevos del ministro de Fomento". De Diablos, a Danzarines Canarios. Poco a poco el director de la gala había poner cordura y enderezar el rebumbio de grupos que se llegó a adueñar del escenario desde la obertura hasta iniciado el desfile de aspirantes. Tras Danzarines, Rumberos, y así hasta llegar al momento de dar a conocer el nombre de la reina del Carnaval 2011. Al final la proclamación, con EL DÍA haciendo historia con tres reinas consecutivas que, si fuera en Las Palmas, ya sería afilarmónica. ¡Feliz Carnaval!