Los bomberos del Consorcio de Tenerife están en huelga desde el pasado 26 de diciembre, pero el calado de la protesta ha sido apenas perceptible. Algunos parques lucen pintadas o pancartas, pero la visibilidad pública de las protestas dista mucho de la protesta de 2006, que trasladó las reivindicaciones de este colectivo hasta los pasillos del Cabildo.

Una de las diferencias de esta protesta frente a otras es que no existe ninguna reivindicación económica. El motivo de la protesta es la seguridad. La de los bomberos y la de la propia ciudadanía, explican los convocantes. En concreto, los bomberos del Consorcio de Tenerife denuncian que el Cabildo ha reducido de forma unilateral el mínimo de efectivos por servicio de 44 a 40. Cuatro hombres que son vitales para mantener los mínimos de seguridad, advierten los bomberos.

Miguel Ángel Fernández, del Comité de Huelga, explicó a EL DÍA que parques como el de La Orotava se han quedado con seis bomberos. "La salida mínima son cuatro bomberos: un mando, un conductor y dos bomberos", detalla. Esto quiere decir que si se da la circunstancia de que se produce otra emergencia cuando cuatro bomberos están en un servicio no se puede acudir. Y es algo que ya ha ocurrido.

El Comité de Huelga explicó a este periódico que ya se ha dado la circunstancia de que cuatro efectivos estaban en un incendio forestal cuando se recibió una llamada de emergencia que alertaba de que un hombre se había roto los brazos en una caída en la playa del Bollullo. No pudieron acudir a la última por falta de personal, aseguran. Suponen que solucionarían la emergencia profesionales del 1-1-2, pero desconocen si esa persona tuvo que esperar mucho o poco para ser rescatada.

Los cuarteles que han sufrido ese descenso de efectivos son precisamente los del Norte (La Orotava) y del Sur (San Miguel de Abona), los que engloban la parte más turística de la isla. "Sólo el de La Orotava cubre 7 municipios, desde El Sauzal hasta San Juan de la Rambla", apostilla Miguel Ángel Fernández.

Además, los bomberos recuerdan que se está incumpliendo de manera unilateral una parte del acuerdo que zanjó la huelga de 2006. En él se pactaba un aumento progresivo de los efectivos mínimos por servicio, de forma que en 2007 serían 42, en 2008, 44, en 2009, 46 y en 2010, 50. Esto solo se cumplió hasta 2008 y ahora se ha vuelto a cifras anteriores a 2007, aseguran.

Jaime Moujir, secretario de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (CCOO), explica que una de las razones de que la huelga de bomberos tenga tan poca visibilidad es que los servicios mínimos impuestos para un servicio fundamental para la sociedad como el suyo son del cien por cien. Además, añade que estamos ante "un colectivo generoso y responsable", que no quiere perjudicar a la ciudadanía.

Los propios bomberos dicen que su intención era "circunscribir este conflicto en la negociación" porque creen en esta vía para solucionarlo. "Les llegamos a proponer incluso esperar tres meses para cobrar las horas extras", añadieron, visiblemente decepcionados por el talante negociador de la institución insular.

Sin embargo, el pasado 3 de febrero llegaron a un preacuerdo con el Comité Ejecutivo del Consorcio de Emergencias de Tenerife, que aún no se ha concretado. "Estamos a expensas de un informe técnico que se retrasa no sabemos por qué. Creemos que puede haber alguien interesado en que continúe la huelga", dijo Moujir en una rueda de prensa celebrada esta semana.

En ella anunciaron también una nueva jornada de protestas que se iniciará el próximo 21 de febrero, entre las que realizarán un acto público en la plaza de La Candelaria para explicar la situación a la ciudadanía.

Confían en llegar a una solución efectiva lo antes posible, pero ahora la pelota se encuentra en el tejado del Cabildo. Este periódico intentó consultar el parecer de la institución insular sin éxito.