Es habitual observar cómo los transeúntes, sean vecinos de la capital o turistas, que se dirigen a la histórica zona de La Noria, a través de la calle Candelaria, muestran su rechazo al ver la imagen que se encuentra a mitad de esta vía. Allí, casi por sorpresa, justo a la mitad de la calzada y rodeada de inmuebles de cierta relevancia, se tropiezan con una construcción abandonada que es un auténtico esperpento.

No parece que esta exhibición del mal gusto, protagonizada por la falta de enfoscado y rejas oxidadas, sea la mejor tarjeta de presentación de la zona antigua de la ciudad. Incluso de su maltrecha fachada cuelga una vieja lona que antes del temporal de febrero de este año amortiguaba este festival de mal gusto, algo que parece que contrasta con una zona de ocio que persigue cada día dar una mejor imagen de la ciudad.

Este inconveniente estético ya ha sido puesto de manifiesto ante la corporación municipal por parte de los residentes de la zona, pero, según la presidenta de la asociación de vecinos Tenaco, Lucinia Concepción, "no han tenido respuesta, como con otros inmuebles en esta zona del centro, cuyo abandono no sólo tiene un impacto visual, sino sanitario o de riesgo de incendio".

Por ello, comentó que no entiende "cómo no se toman medidas cuando por esta calle pasan las procesiones o se hacen las alfombras del Corpus, por no nombrar el efecto que tiene sobre el turismo, ya que ésta es una calle principal". Señaló que "no queremos preferencias, sino que se mantenga la limpieza y ofrecer una imagen como Dios manda".

Concepción recordó también que en la calle de La Palma, esquina con Nicolás Estébanez y Doctor Allart, "los vecinos soportan una lucha de mucho tiempo con una casa abandonada que está a punto de caerse" y señaló que este enclave de la capital "está muy deteriorado, y la falta de respuesta de los responsables públicos ya nos genera desánimo".

Para los propietarios de los locales de ocio de este enclave de La Noria el estado de esta antigua edificación representa un auténtico inconveniente.

Si hay alguien que padece el deterioro del citado inmueble de manera muy directa es el dueño del local 1.600, quien dijo que "dentro de esta casas debe haber una colonia de ratas y cucarachas, que cada dos por tres se suelen ver merodeando por la calle".

Tassos Kotsekidis relata que "en ocasiones he visto a gente orinando en las verjas de este edificio a plena luz del día", una imagen que considera que "no es la más adecuada" para ofrecer a sus clientes. Por ello, señaló dos años después de la apertura de este local, "he decidido no abrir por el día, porque este aspecto no parece el más adecuado para una terraza y es una condición en la que no se puede tener abierto un negocio".

Pese a que ha denunciado el deterioro de este edifico, dice que "en las instituciones lo único que hacen es pasarse las competencias de unas áreas a otras, mientras la basura se acumula en pleno centro de la ciudad". Comenta que "me veo solo a la hora de ejercer presión, porque a quien afecta es a mí", cuando señala que "tiene una repercusión para la ciudad y para este entorno".

"Esta situación es insalubre y, afortunadamente, nadie la ha ocupado porque está cerrada, pero lo curioso es ver a los turistas cómo se sacan fotos en su fachada, agarrándose de los hierros, para llevarse una imagen a sus países con algo que representa al mal gusto".

Basura y termitas

Lucinia Concepción también pone de relieve que la calle Cruz Verde "se ha convertido en un lugar donde se concentra la basura y es una zona donde van a parar las palomas", al margen de que, "dada la proliferación de edificaciones abandonadas, hay mucha presencia de termitas, algo que representa un riesgo para las casas del entorno, ya que muchas de ellas cuentan en sus estructuras con gran cantidad de madera, algo que sí ha generado la reacción rápida de los técnicos de Urbanismo".

En este sentido, dijo que "está muy bien que por parte de los responsables municipales se nos presenten proyectos para esta zona del casco, pero lo que queremos son soluciones para los problemas cotidianos, como la basura que se acumula en la calles, la suciedad y los inmuebles abandonados, algo que es un auténtico desastre".